EMOTIVO
Natalie se desplazó a más de 1000 kilómetros de distancia para bailar con su abuelo, que no pudo asistir a su boda.
Una boda es un acontecimiento muy especial en la vida de una persona. Se trata de una celebración de amor en la que es muy vital que acudan aquellos familiares y amigos más importantes para los novios y cuando hay una ausencia, el vacío es muy difícil de llenar. Este vacío, tristemente, lo suelen dejar los abuelos, como en el caso de esta novia. El abuelo de esta chica, Nelson, de 94 años de edad, no pudo acudir a la boda de su nieta de 24 años, Natalie. El motivo por el que este hombre no pudo estar en el gran día de su querida nieta fue que dos semanas antes de la boda sufrió un derrame cerebral y esto le impidió viajar hasta Florida, donde tuvo lugar la ceremonia.
La gran ilusión de Nelson era bailar con su nieta el día de su boda, para lo que llevaba esperando varios meses, pero por su condición médica le resultó imposible. Es por ello por lo que Natalie decidió coger su vestido y volar hasta el lugar de residencia de Nelson, a unos 1200 kilómetros de Florida aproximadamente. La novia documentó su gran viaje, en el que transportar el vestido de novia fue un calvario. Sin embargo, al ver la cara de ilusión de su abuelo, valió totalmente la pena. Natalie explicó lo especial que fue para ambos el momento debido a la ilusión de Nelson y a que, ya que están a una grandísima distancia, no se ven muy a menudo.
El hecho de que los miembros de una familia se encuentren separados por una grandísima distancia es muy común en un país tan grande como Estados Unidos. Los estados son tan sumamente grandes que vivir en un estado diferente al de tu familia supone estar a miles de kilómetros de ellos. Estas distancias solo se salvan prácticamente el célebre Día de Acción de Gracias, pero es un gesto precioso que Nelson y Natalie hayan podido reunirse de esta manera para tener su esperado baile.
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