Rescataron a una madre y a su único gatito con cinco días de vida, pero algo no iba bien. Para sorpresa de los rescatadores Selene era demasiado pequeña. Este grupo de rescatadores de gatos acogió a ambos en su
refugio de Oregon pero rápidamente se dieron cuenta de que la madre no hacía caso del bebé. Su madre no producía leche y tuvieron que alimentar con jeringuillas a la desnutrida cría.
Cuatro semanas después de haber sido rescatada pesaba seis veces más y finalmente ha sido adoptado por una familia que la ha renombrado Raven.