La pequeña Audrey se negaba a celebrar su fiesta de cumpleaños si la temática no era la caca de whatsapp. "Durante meses, cada vez que mencionábamos la fiesta, Audrey pedía globos de caca y tarta de caca" dijo a Huffington Post Rebecca, la madre de la niña.
Finalmente los padres cedieron a los deseos de la niña. "Esperaba que los abuelos lo cuestionaran, pero cuando se lo conté simplemente se rieron", recuerda la madre.
El tercer cumpleaños de Audrey fue todo un éxito y ahora las fotos de la genial fiesta se han vuelto virales.
