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Algunos elefantes están evolucionando para no tener colmillos como respuesta a la caza furtiva brutal.
Los colmillos de un elefante se encuentran entre sus principales características definitorias: ayudan al animal a levantar ramas pesadas, derribar árboles, arrancar la corteza, luchar y cavar agujeros en busca de agua y minerales.
Pero una proporción cada vez mayor de elefantes hembras en el Parque Nacional Gorongosa de Mozambique ha nacido sin estas herramientas cruciales, y los científicos dicen que es una respuesta evolutiva a la brutal matanza de elefantes por sus colmillos de marfil durante los 15 años de guerra civil del país.
La caza dio a los elefantes a los que no les crecían colmillos una ventaja biológica en Gorongosa. Cifras recientes sugieren que alrededor de un tercio de las mujeres más jóvenes, la generación nacida después de que terminó la guerra en 1992, nunca desarrollaron colmillos. Normalmente, la falta de colmillos se produciría solo en alrededor del 2 al 4 por ciento de las elefantes africanas hembras, según recogía National Geographic en 2018.
Los datos de campo y el análisis de imágenes de video antiguas del parque encontraron que la proporción de elefantes hembras sin colmillos aumentó más de tres veces entre 1972 y el año 2000.
Los científicos ahora tienen una mejor comprensión de la base genética de esta falta de colmillos y por qué solo parece afectar a las elefantes hembras, según un estudio publicado en la revista Science.
El análisis mostró que las hembras sin colmillos tenían más de cinco veces más probabilidades de sobrevivir durante el período de 28 años que sus contrapartes hembras con colmillos, por lo que era muy poco probable que la adaptación fuera una ocurrencia casual.
La falta de colmillos ocurre naturalmente, y solo en las hembras, incluso en ausencia de caza furtiva, pero generalmente solo en una pequeña minoría de elefantes. En Gorongosa, en la década de 1970, el 18,5% de las elefantes hembras no tenían colmillos, mientras que tres décadas después, el 51% sí.
"La evolución es simplemente un cambio en las características hereditarias dentro de una población durante generaciones sucesivas y, según los resultados de nuestro estudio, el cambio hacia la ausencia de colmillos entre las elefantes hembras de Gorongosa se ajusta perfectamente a esta definición", dijo Long, autor del estudio.
El número de elefantes se ha recuperado en Gorongosa a alrededor de 800 según asegura Long. No tener colmillos no parece obstaculizar significativamente a las elefantes hembras, pero esto es algo que los investigadores quieren estudiar más a fondo. Además Long añadió que el análisis dietético sugirió que las hembras sin colmillos estaban comiendo una mayor proporción de pastos que las que si los tienen.
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