El artista israelí Sigalit Landau inspirándose en una obra de teatro de 1916 decidió sumergir un vestido en el Mar Muerto durante 2 años. Cada tres meses fotografiaba la obra para ver su evolución. Ciertamente el resultado es una obra de arte.
Basándose en una historia en la cual una mujer judía es poseída por el espíritu de su amante fallecido, ha reconstruido el vestido original de la obra para realizar este proyecto. Un vestido negro de época que poco a poco se ha ido convirtiendo en una obra de brillantes cristales. Puedes visitarlo hasta el 3 de septiembre en el London’s Marlborough Contemporary Museum.