Kirk Fraser había salido con su familia en barco para disfrutar del espectáculo de las ballenas en mar abierto. Cuando tuvo la suerte de grabar con su móvil un extraño suceso. Unas orcas estaban persiguiendo a una foca para devorarla cuando esta, desesperada, se encaramó al barco de Fraser para salvar su vida. Era el único lugar en mitad del mar donde podía resguardarse. No parecía asustada por los humanos del barco, más bien parece mirarlos buscando comprensión. Y allí se quedó durante unos 40 minutos hasta que las orcas se dieron por vencidas y se marcharon. Cuando la foca por fin está a salvo se baja del barco y Kirk Fraser y su familia se despiden de ella al grito de “Bien hecho, amigo ¡Sobrevive!”