Paula Gonu y Arnau Marín han roto: ambos confirman que ya no son novios
En su actuación en Miami
La cantante, muy celosa de su intimidad, muestra por primera vez su figura en el intermedio de una actuación para concienciar sobre el valor que la sociedad le da al físico.
No hace ni tres meses que Billie Eilish es mayor de edad y muchísima gente ya la tiene como referente de la conciencia social. La cantante norteamericana ha sido desde sus comienzos una artista comprometida con preocupaciones de su generación, tocando temas como el suicidio, el bullying o la inseguridad adolescente desde sus canciones y declaraciones públicas.
Llama la atención cómo alguien de 18 años es capaz de movilizar a tanta gente no solo a través de la música, sino con llamamientos para conservar el medio ambiente y sobre todo con convicciones personales muy fuertes. Quizá por lo que más sea conocida es por su defensa de la integridad personal, referida principalmente a la confianza en sí misma.
Es un problema que ella misma reconoce haber padecido en numerosas ocasiones, y que una de las razones para vestir ropa ancha y chillona es la de que no quiere que se la juzgue por el cuerpo con el que ha nacido, y lo ha dejado muy claro en su último concierto.
Fue hace dos noches en Miami, primera parada de su gira 2020, donde va a seguir promocionando canciones de su primer disco, el más vendido del año pasado. La actuación incluyó sus dos éxitos más recientes 'Everything I wanted' y 'No Time to Die', pero lo que de verdad dio jugo al evento fue el interludio.
A mitad del concierto la artista se retiró del escenario para recuperar un poco de aire (lo da todo en sus conciertos, como comprobamos en su paso por Madrid) y de paso quitárselo a los espectadores. Fue gracias a un vídeo que apareció en la pantalla principal donde recita un discurso mientras se va quitando ropa hasta quedarse en sujetador.
Todo gira alrededor de la sexualización a la que se ha visto sometida, especialmente por gente que no la conoce en persona y que ha criticado con dureza su forma de vestir. "¿Te provoca mi figura? ¿Y mi pecho? ¿Soy mi estómago? ¿Mis caderas?", se pregunta en el discurso. "Si lo que llevo me es cómodo no soy una mujer, si me quito ropa soy una zorra, y aunque no has visto mi cuerpo, tú lo juzgas, y a mí me juzgas por él". Mensajes poderosos con los que quiere luchar contra un estigma que afecta a muchas mujeres, y que ni una estrella del pop es capaz de evadir.