ÉXITO EN TWITCH
Una audiencia mayor que el año pasado y un invitado tan especial como Ramón García no han sido suficientes para que las redes den unánimemente su visto bueno.
Ni el más exitoso de los streamers a nivel mundial, ni por supuesto el resto de colegas de profesión en la península ibérica, pueden dejar de mirar a Ibai con admiración. 801.000 personas estaban viendo cómo cantaba las uvas desde la Puerta del Sol, lugar emblemático para retransmitir las campanadas, pero hubo un par de momentos que (además del sonido del reloj) que definieron la noche.
El primero fue cuando Ramón García le regaló a Ibai la pajarita con la que emitió sus primeras campanadas, allá por 1995, cuando Ibai todavía era un bebé lactante. El otro, fue cuando Ibai celebraba haber juntado a más de 800.000 personas en Twitch, algo a lo que el presentador también bilbaíno dijo "eso para vosotros es mucho, ¿no?".
Poco antes se había confundido al desear feliz 2020 en vez de 2022, una pequeña pifia en la larga lista de cagadillas que han sucedido el último día del año en su paso por televisión. Pero no solo no tuvo importancia sino que se lo tomaron a guasa, recordando el espíritu que desde siempre ha acompañado a Ibai desde que se estrenara como creador de contenido.
2020 fue el calendario que probablemente decidió el resto de su carrera profesional, 12 meses llenos de buenos recuerdos que terminaron con medio millón de personas viéndole en nochevieja de hace justo un año, e incluso felicitaciones de Pedro Sánchez. Sí, el presi.
Fue rompedor porque, no nos engañemos, fue cutre. Estaban en el salón de su entonces nueva mansión, tomando chocolate y charlando sin guion. La cosa ha cambiado mucho en 2021, con una sala en la céntrica plaza madrileña y una escaleta de actividades que, curiosamente, recordaban mucho a la tele de toda la vida.
Un repaso a los memes del año, unas uvas como las de cualquier cadena de televisión (aunque se pegaba con los caprichos de realización y la multicámara) y mucha gente coreando su nombre en la calle, a la que acabó asomándose. Lo de siempre, pero en Twitch.
Aunque la audiencia fue excelente, una barbaridad de anuncios integrados en la mesa de debate sacaba mucho del asunto navideño y hasta incomodaba a veces, con Ander, Reven, Werlyb y Barbe opinando sobre la vida. Si bien son streamers relevantes, tener en esa mesa a creadores de primera línea sí que hubiera sido al menos algo diferente.
La sensación para muchos desencatados (sobre todo en Twitter) es que lo tenían todo para hacer algo rompedor, y se quedaron en algo como lo de toda la vida. ¿Hicieron un espectáculo digno y entretenido? Casi nadie lo pondría en duda. ¿Podían haber arriesgado más? Casi nadie lo pondría en duda. ¿Se parece lo de estas campanadas mucho mucho a la tele de toda la vida? Casi nadie lo pondría en duda.