CONFUSIÓN EN LA DIFUSIÓN

Los canales de difusión de Instagram delatan a los influencers: ¿cuáles son influyentes y cuáles no?

Aunque no tiene por qué ser un medidor fiable, los canales de difusión que Instagram lleva semanas implantando pueden dar una idea del alcance que personalidades de Internet tienen en las redes sociales. Te sorprenderás con la poca relevancia de algunos...

Natalia Osona en una fiesta a la que sí invitaronToni Villen / Fan Content

La súplica de Auronplay a Adam Mosseri (director de Instagram en Meta) hace unos días a través de sus stories tenía mucho de cachondeo pero una parte de verdad. El de Badalona todavía no tiene el último grito en la plataforma para comunicarse con sus docenas de millones de fans: los canales de difusión.

Copiando descaradamente el sistema de Telegram, Meta se ha metido a saco en una carrera desesperada en hacer frente al cada vez más gigante TikTok, que por su lado también anda copiando a otras plataformas. Pero eso es otro tema, aquí hemos venido a hablar de influencers.

Una que lo hace bastante bien y que controla del tema es Júlia Elias, que en su canal de TikTok (33.000 seguidores) analiza chismorreos, romances, rupturas y, a veces, el alcance de los influencers. A principios de agosto le dio por mirar algunas de las cuentas más conocidas de España en Instagram, y los resultados han sido bastante curiosos...

Con un poco de humor y mala leche, la catalana desglosa cómo perfiles muy conocidos tienen proporcionalmente pocos seguidores. Una de las que mejor funciona es Violeta Mangriñán, que con 2,2 millones de seguidores congrega a más de 180.000 fieles en su canal de difusión. Cifras respetables, pero que no alcanzan el engagement de La Vecina Rubia: 2,8 millones y 280.000 participantes, uno de cada diez de sus fans.

Radicalmente en el otro extremo se encuentra Pelayo Díaz, controvertido prescriptor de moda acostumbrado a dar bastantes titulares explosivos y a quien le persigue desde hace años el rumor (sin confirmar) de que alimenta sus números con bots. Tiene, a la hora de escribir estas líneas, 1.025.245 followers, y 16 personas suscritas a su canal. Tela.

Para que te hagas una idea, Natalia Osona suma los mismos followers que Pelayo y alguna que otra polémica y sospecha de seguidores, pero congrega a 25.000 personas. Poquitos comparativamente a su millón, pero al parecer fieles.

Si cambiamos de género influenciador y tiramos, Ibai acumula con sus casi 10 millones de followers 330.000 participantes que no sorprenden a nadie sabiendo que el vasco sí es uno de los que influencia de verdad, incluso con un ratio muy inferior al de la Vecina Rubia. No podemos comparar con Auron ni con Rubius, que duplican sus followers pero todavía no tienen canales de difusión. pero si apuntamos a Grefg (7,7 millones) y sus 86.000 miembros, nos hacemos una idea de cómo funciona este medidor de popularidad.

Pese a todo, es justo señalar que los usuarios de IG no están del todo contentos con cómo funciona el servicio de los canales de difusión. Incluso en el tiktok de Júlia (que fue de los primeros en analizar la nueva característica social) se acumulan los comentarios mostrando incomodidad sobre la ocurrencia. "Los chats me estresan", "publican lo mismo que en sus stories" o "los canales son un rollazo" son algunas de las respuestas con más likes. Y, si me permites dar mi opinión, las suscribo todas.

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