AMOR A QUEMARROPA
El youtuber, normalmente muy celoso de su intimidad, confesó en directo que Irimatic le conquistó por su pasión a los shooters.
Con cerca de cinco años de relación a sus espaldas, la vida privada de Irina y Rubius es de lo más discreta. O al menos lo era hasta hace unos meses, cuando empezaron a compartir más tiempo e intimidades delante de las cámaras.
Los inicios de su romance fueron públicos para desmontar la 'exclusiva' de una revista: conscientes de que habían sido retratados antes de confirmar su noviazgo y que la noticia iba a filtrarse en cuestión de horas, el mayor youtuber de España desbarató los planes de la prensa rosa para anunciar que efectivamente estaban juntos.
Aquello fue en 2017, y hasta 2021 apenas se les vio juntos tanto en público como en privado. Alguna foto en su Instagram que insinuaba la presencia del uno con el otro, un vídeo en Japón donde compartían aventuras de lo más exótico, tímidas apariciones en el stream...
La cosa ha cambiado desde que ambos se mudaran a Andorra, el paraíso de los creadores de contenido que ha desinhibido a ambos hasta el punto de protagonizar streams en pareja (y con récords de audiencia personales), compartir detalles de sus vacaciones en Ibiza o dejarse ver en actos sociales de mucha etiqueta.
Tan normal es ahora verles lucir palmito que Rubius explicó recientemente la manera en la que se conocieron. "Que sepáis que cuando me enamoré de Irina estábamos jugando al Call of Duty", dice como quien no quiere la cosa, en un dato que no se conocía hasta ahora.
El motivo del flechazo no podía ser más ajustado a la imagen que se tiene de alguien como Rubius: "era en consola y ella en los shooters de consola es millones de veces mejor que yo, ¿sabes? Y dije this is the one". Quien quiera romanticismo, que se lea a Gustavo Adolfo Bécquer.
Nos imaginamos que si el poeta hubiera nacido en el siglo XXI, fuera aficionado a Twitch y tuviera que escribir de nuevo sus Rimas, la número XXI dedicada al youtuber sonaría tal que así:
¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi avatar tu mirilla azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú