STREAMERS SIN FRONTERAS

La emotiva sorpresa de Ibai en el restaurante de MrBeast: "Que nadie me toque, estoy sensible"

En su ya larga escapada norteamericana, el streamer recibe un mensaje "de los que cambian la forma de entender la vida". Es lo que se llama fama mundial.

Una de mis frases favoritas sobre la popularidad es una que dice que "la fama suele alcanzar a aquellos que están pensando en otra cosa". Es el caso de Ibai Llanos, quizá el español menor de 30 años más famoso y sin duda uno de los que más proyección tienen a nivel internacional.

Su estancia en Nueva York no está siendo lo florida y exótica que se imaginaba el vasco ("prefiero mil veces Cádiz"), aunque ni el desánimo de la decepción le ha ahorrado en sorpresas muy gratas. Una de ellas ha sido en el restaurante de su colega Mr Beast.

El youtuber norteamericano está haciendo un imperio de hamburgueserías, con tres locales en el carísimo Manhattan. Ibai, apasionado de la carne, decidió probar una de las Impossible Burgers del menú incluso teniendo opciones mucho más glamurosas en la ciudad, pero el compadreo entre camaradas de profesión, y suponemos que la curiosidad, le pudieron.

La sorpresa vino a la hora de pagar el escaso puñado de dólares que habían consumido: estaban invitados. Y no por el millonario propietario de la franquicia, sino por un fan que le dejó un mensaje de los que te alegran el día. "No soy suscriptor pero me has ayudado mucho en malos tiempos, TKM IBAI", dice el ticket con un texto escrito a boli por un fan.

Evidentemente, Ibai no tendría problema alguno en desembolsar la calderilla de un Mr Beast Combo (o varios menús de 225 euros en ABaC), pero el detalle de que le reconozcan en Nueva York, respeten su intimidad, le manden un mensaje de agradecimiento y además paguen la cuenta es como para alegrar el día a cualquiera.

Aunque no está saliendo de Manhattan, todavía le queda mucho por explorar al vasco y me atrevo a adelantar que alguna anécdota mucho más bruta está en camino. Después de todo, Ibai tiene esa mezcla entre inocencia, torpeza, buen rollo y famoseo de a pie que pueden resultar en cóctel explosivo, y más en Nueva York.