INFLU-NEWS
No son muchos los influencers que llegan a serlo teniendo un plan, y muchos menos los que ponen fecha límite a su influencia. Pero es que si hay alguien que puede hablar de planes, esa es Barbygant.
En las grandes ciudades de toda España hay un aroma festivo que se respira especialmente fuerte desde el fin de las restricciones. Con la normalidad casi restablecida, se ha abierto un hueco a los creadores de contenido que descubren restaurantes, exposiciones o tiendas un día, y al siguiente hay colas y reservas agotadas para el mismo. Que se lo digan a Barbygant y a las más de mil personas que congregó en su primera quedada con seguidores…
Es quizá la más conocida de este nuevo formato de influencer, residente en la capital y "acostumbrada a cambiar mucho de ciudad desde pequeña". Lo de inmortalizar lugares en formato vídeo es algo que lleva años haciendo en formato YouTube, sobre todo tras largas estancias londinenses y parisinas, aunque siempre "como hobby". El cambio llegó al aterrizar en Madrid, "descubriendo la ciudad de cero".
"Yo iba a sitios, los grababa, pero no subía contenido", nos cuenta su fiesta con ese aire de clandestinidad y exclusividad que tienen sus vídeos. Todo empezó en los titubeantes pasos postpandemia, cuando le dio por compartir lo que había grabado en una terraza. Ahí empezó la locura: dos millones de reproducciones y la sospecha de que sus ratos de ocio podían inspirar a otros.
"Literalmente no paro, hay días que me paso horas fuera y cuando llego a casa, a medianoche, me tengo que poner a editar". Nada de delegar, desde el concepto hasta el vídeo final es cosa suya, y los resultados son poner de moda sitios hasta entonces más o menos desconocidos. Su poder de convocatoria es tal que hace literalmente imposible conseguir mesa en lugares que recomienda apenas horas después de que suba los vídeos.
El precio de la dedicación, como cuentan muchos de su gremio, es muy alto. "Siempre digo que no quiero más seguidores, y nunca estuvo en mis planes dedicarme a las redes sociales. El mundo influencer es muy duro, y lo digo desde la perspectiva de haber trabajado en agencias de publicidad, en cliente, llevando a otros influencers… no te voy a negar que se gana muy bien, pero a nivel mental te destroza".
Y lo dice considerándose "una persona fuerte y con facilidad para la comunicación", incluso con esas ha tenido "momentos de no querer seguir adelante". ¿Huele a despedida temprana? Pues curiosamente no, porque cree que seguirá "hasta que el cuerpo aguante". Es más: "La idea es hacer proyectos guays que le gusten a la gente, pero no vivir de las redes". Lo mismo cuando toque experimentar para sí misma volverá a tener otra idea que estaremos deseando oír. Y probar.