NUEVAS MEDIDAS

Frank Cuesta contará con vigilancia policial las 24 horas en su santuario de Tailandia tras semanas de amenazas

Frank Cuesta ha instalado vigilancia permanente en el Santuario Libertad, en Tailandia, después de sufrir amenazas, filtraciones de audios comprometidos y un conflicto con un excolaborador que ha puesto en riesgo su seguridad y la de su familia.

Miniatura de un vídeo de Frank CuestaSantuario Libertad / YouTube

Frank Cuesta, conocido por su activismo en defensa de los animales y su estilo directo, ha anunciado que el Santuario Libertad, que dirige en Tailandia, contará a partir de ahora con vigilancia policial las 24 horas del día. La decisión llega tras lo que él mismo ha calificado como "una de las semanas más difíciles" de su vida.

El detonante fue la publicación de unos audios filtrados en los que Cuesta, aparentemente bajo presión, decía haber comprado y vendido animales y afirmaba cosas como que no era herpetólogo ni tenía cáncer, lo que desató una oleada de críticas y especulaciones en redes. El propio Cuesta aseguró más tarde que sus palabras fueron forzadas y que estaba siendo víctima de una campaña de extorsión por parte de Chi, un antiguo colaborador del Santuario.

El conflicto escaló cuando Chi contactó con la hija del extenista, acusándolo de mentiroso. Ante esta situación, Cuesta interpuso órdenes de alejamiento para proteger los lugares donde reside su hija y el propio Santuario. Como medida adicional, se ha instalado una "caja roja" de alerta y vigilancia policial en la finca, y dos agentes locales vigilan el acceso al lugar de forma permanente.

"Ya nadie puede venir sin que lo vean. Esto está protegido por la policía, y si pasa algo raro, estarán alerta", explicó Cuesta en un vídeo junto a su amiga y colaboradora Two Yupa, quien también agradeció públicamente la labor de las autoridades locales.

Mientras el conflicto con Chi sigue abierto y se anuncian nuevas filtraciones, Cuesta también tiene pendiente un proceso judicial por tenencia ilegal de animales en Tailandia, que podría acarrearle penas de cárcel o multas económicas. La tranquilidad en el Santuario, al menos por ahora, dependerá de las medidas de protección adoptadas en medio de una tormenta mediática que no parece amainar.

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