NADIE LO ESPERABA
De visita en Argentina, Ibai Llanos ha vuelto a protagonizar uno de esos encuentros que mezclan gastronomía, charla distendida y confesiones personales. En un vídeo junto al creador de contenido Gaspi, el streamer vasco sorprendió al desvelar cómo es realmente su tiempo libre cuando apaga las cámaras, lejos del ritmo frenético de directos y eventos.
Ibai Llanos continúa su recorrido por Latinoamérica y, durante su parada en Argentina, ha aprovechado para grabar contenido junto al creador de contenido Gaspi. Ambos compartieron un asado que Ibai no dudó en calificar como el mejor del mundo, en un vídeo publicado en su canal que rápidamente ha acumulado cientos de miles de visualizaciones.
Durante la conversación, además de hablar de gastronomía, viajes y proyectos, surgió un tema que despertó la curiosidad de muchos seguidores: qué hace realmente Ibai cuando no está retransmitiendo, organizando eventos o participando en grandes producciones. Lejos de la imagen pública de hiperactividad que suele asociarse a su figura, el streamer ofreció una respuesta que sorprendió a más de uno.
"A la gente le sorprendería mucho. Yo estoy todo el día en casa, jugando a juegos de mesa. También he estado jugando a los zombies de Call of Duty", explicó con naturalidad durante la charla. Una confesión que dibuja un perfil más tranquilo y doméstico de uno de los comunicadores digitales más influyentes del panorama hispanohablante.
Estas declaraciones han sido bien recibidas por su audiencia, que no tardó en comentar la cercanía del streamer y su gusto por actividades alejadas del foco mediático. En redes sociales, muchos usuarios destacaron el contraste entre su imagen pública —vinculada a grandes eventos, estadios llenos y cifras millonarias de audiencia— y su faceta más reservada en el ámbito personal.
El encuentro con Gaspi se enmarca dentro de una visita que está dejando varias colaboraciones y apariciones públicas en el país. Más allá de los vídeos, la presencia de Ibai en Argentina también ha generado expectación entre seguidores y creadores locales, que han seguido de cerca cada uno de sus movimientos.
Mientras continúa su viaje por Latinoamérica, estas pequeñas confesiones permiten conocer un poco más al Ibai que existe fuera de los focos: el que pasa horas en casa, entre juegos de mesa, desconectando del ruido mediático que acompaña a su éxito.