ENHORABUENA
La empresaria y estrella televisiva ha logrado completar su formación legal mediante un programa alternativo en California. Ha compatibilizado su preparación con la gestión de sus negocios, la maternidad y el activismo judicial, y ahora se encuentra un paso más cerca de convertirse oficialmente en abogada.
Kim Kardashian ha sumado un nuevo logro a su extensa trayectoria mediática y empresarial: tras más de seis años de estudio, se ha graduado en Derecho en Estados Unidos. La noticia, compartida por su entorno más cercano en redes sociales, marca un hito en la evolución de la celebrity, que inició este proceso formativo movida por su implicación en causas judiciales de alto perfil.
Lejos de una universidad tradicional, Kardashian se acogió al Law Office Study Program, una vía menos convencional que permite prepararse como jurista mediante prácticas supervisadas en despachos profesionales. En total, ha acumulado más de 5.000 horas de estudio, a razón de 80 horas semanales durante casi todo el año, sin dejar de lado sus múltiples ocupaciones como empresaria, madre y figura pública.
La graduación se celebró de forma íntima en el jardín de su vivienda, acompañada de un reducido grupo de compañeras y mentores, y con temperaturas propias del verano californiano. A pesar del contexto informal, el evento ha servido para reconocer una dedicación que muchos en su entorno califican como ejemplar.
Esta nueva faceta de Kardashian no surge de la nada. La influencia de su padre, el abogado Robert Kardashian, y su implicación directa en casos de conmutación de penas e indultos federales han sido clave en su motivación. Desde 2018, ha intervenido en diversos procesos judiciales, logrando incluso la liberación de varios presos mediante campañas públicas y negociaciones políticas.
Con la graduación completada, el siguiente paso será aprobar el exigente examen estatal conocido como Bar. Solo entonces podrá ejercer como abogada. Mientras tanto, su ejemplo alimenta un debate mayor sobre quién tiene el derecho —y la capacidad— de transformar las estructuras del sistema judicial desde espacios inesperados.