Paula Gonu y Arnau Marín han roto: ambos confirman que ya no son novios
VELITAS POR MARBELLA
La influencer comparte con sus seguidores un día atípico donde no todo le salió como quería: regalando libros por la calle, suspendió el teórico de conducir, sesión de fotos, resaca de un viaje accidentado...
Los 22 años que acaba de cumplir Marina Yers le han sentado mucho mejor que los accidentados 21 que sufrió el año pasado, y eso que la marbellí se levantó con el pie izquierdo. "Definitivamente me estoy haciendo mayor y si este no es el año entonces no quiero vivir mas años, seriously", decía entre emoticonos de risas en su siempre activo Instagram.
Ella misma reconocía a mediodía (si eres influencer no tienes por qué madrugar) que se levantaba "sin ganas y sola", además de con una cara de sueño como para darse media vuelta y ponerse una almohada encima. "No pasa nada, mi cumple dura una semana mínimo así que vamos a ir viendo como se desenvuelve la situación".
Tras recibir rosas y una botella de vino de un destinatario que no quiso revelar (admiradores nunca le han faltado), se le ocurrió que en vez de ser la receptora de regalos le apetecía dar cosas suyas por ahí: "Voy a regalar unos cuantos libros a los niños de mi urbanización".
Quizá en la playa, dormidos o simplemente reunidos en otra parte, en la piscina y zonas comunitarias no había ni un alma, por lo que cogió un taxi y se piró al centro de la ciudad. "Si queréis alguno, estaré por ahí, buscadme", dijo a sus fans andaluces para prometerles un meet and greet de lo más inusual.
No fue en coche porque se enteró ese mismo día que había suspendido el examen teórico, un trámite que por ahora se le resiste. Su cara al ver la nota (8 fallos) fue un poema, pero al menos fue mejor que la que se le puso al llegar la semana pasada a Estonia.
Como regalo adelantado se cogió un vuelo sola a Tallín sin saber nada de aquel lugar y poca ropa además de la que llevaba puesta, para que sus planes quedaran pasados por agua: tormentas y máximas de 15 grados, muy lejos del clima mediterráneo donde vive y disfruta.
Al mal tiempo buena cara: Marina subió por su cumple una sesión de fotos con uniforme de tenis, haciendo como que jugaba mientras se echa un piti. Sabiendo que es una tía original y muy inquieta, además de haber prometido una semana de celebraciones, estaremos atentos a lo que cuece en los próximos días. Seguro que ya solo verla es divertido.