VUELTA AL COLE
La exigencia de Andorra de hablar un mínimo de catalán para obtener el permiso de residencia ha sido una noticia que ha sacudido especialmente al sector de los streamers, ya que muchos residen allí. Esto es lo que tendrán que hacer para poder seguir viviendo en el Principado.
La relación entre el sector streamer y Andorra es uno de los asuntos más comentados cada vez que se menciona a grandes creadores de contenido como AuronPlay, El Rubius o TheGrefg. No son pocos los titulares que han ocupado por su decisión de mudarse a este país y reducir así su tributación, pero son muchos los que han defendido que tienen derecho a residir donde les plazca. Ahora, este tema ha vuelto a convertirse en tendencia por una nueva norma que les afectará de pleno: el gobierno del Principado pedirá un nivel mínimo de catalán para poder obtener o renovar el permiso de residencia en el país.
Habrá creadores que no tendrán demasiados problemas para conseguirlo: todos aquellos que hayan residido mínimamente en cataluña tendrán, probablemente, los conocimientos suficientes de catalán para pasar este requerimiento (el nivel exigido es un A1; o sea, chapurrear un poco de catalán). Los que vienen de otros puntos de España, a no ser que hayan decidido meterse mucho en la cultura local desde su mudanza a Andorra, tendrán que obtener el nivel por su cuenta o realizar un curso de 30 horas.
Los temporeros quedarán fuera de esta exigencia, pero es probable que muchos streamers tengan que dedicar unas horitas al estudio del único idioma oficial del país para renovar sus permisos de residencia. El objetivo de esta medida sería la preservación de la lengua, después de que la admisión de residentes extranjeros haya hecho daño al uso que se hace del catalán en espacios públicos, como los comercios.
Mirando el lado positivo, el saber no ocupa lugar, y estas pequeñas lecciones de catalán servirán para que los streamers se integren mucho mejor con los habitantes locales. Hacer aprecio a la cultura del país al que te has mudado siempre es una sabia decisión, y a la larga contribuirá, sin duda, a su calidad de vida en Andorra; ¡aunque el curso de 30 horas pueda parecer, ahora mismo, un pequeño fastidio!