REACCIONES
El creador noruego sufre su primera sanción en la plataforma de sus amores por un malentendido que solo ha durado unas horas, pero que ha tenido consecuencias y reacciones en todo el mundo. Al menos él se lo toma como mejor sabe: con cachondeo y memes marca de la casa.
Noche intensita la del lunes para Rubius y su escandaloso baneo de Twitch. Aunque solo duró poco más de una hora, el acontecimiento streamer de la semana ya tiene dueño, que se vio sorprendido por una suspensión total en su mayor fuente de ingresos.
Mientras se preparaba para emitir en directo unas partidas del último juego de Sonic, le fue retirado el partner de la plataforma y se cerró su canal, por lo que no solo no podía hacer stream sino que se cancelaron sus privilegios de creador. Es decir, no money for Rubius.
"Me acaban de banear de Twitch por primera vez, no fui lo suficientemente rápido", se cachondeaba todavía atónito en su Instagram, y haciendo referencia a la velocidad de Sonic. Al parecer el juego contaba con permisos de ser publicado por Twitch, pero en cuanto el erizo azul empezó a dar vueltas en los canales de la compañía morada, cayeron las sanciones.
Ahora parece claro que fue algún tipo de fallo de comunicación por parte de Sega, ya que las demandas por vulneración de copyright llegaron de la misma empresa que desarrolló el título y la que también adjudicaba los códigos para probarlo en directo.
Para Rubius, la sanción duró apenas una hora y 18 minutos, y además tuvo hasta efectos secundarios positivos. Ayer mismo superaba los 13 millones de seguidores, convirtiéndose en el tercer creador de contenido que alcanza esa cifra. Por delante, solo Auron y Ninja (un ídolo en horas bajas).
"En este mes: un país entero me cancela [México], gano 15k en un torneo de GTA, cumplo 4 años en Twitch, Elon Musk me contesta por Twitter, me banean, me desbanean, llegamos a 13 millones en Twitch y grabo un video para mi canal principal de YT", resume en un tuit adelantando un regreso, por pequeño que sea, a la plataforma que le vio nacer. "Y solo llevamos siete días de mes", recuerda.