Gamers millonarios
La fiebre de Fortnite alcanzó su temperatura máxima a finales de julio. Fue cuando se celebró el hasta entonces mayor torneo de videojuegos de la historia, con 30 millones de dólares en premios y varios usuarios saliendo con los bolsillos llenos. Y aun así, no se trata del juego que más dinero ha repartido entre gamers.
Ese récord se lo llevó el pasado fin de semana Dota 2, un juego del que quizá no hayas oído hablar nunca pero que mueve cantidades astronómicas, y lleva mucho más tiempo rondando que el battle royale de moda.
Dota son las siglas de Defense of the Ancients, y el 2, pues... ¿qué va a ser? Se trata de una continuación claro, de un juego que tampoco es que triunfara mucho hace unos años pero que sirvió de raíz para lo que en muchos países se trata de un fenómeno del ocio electrónico.
Lanzado en 2013, es un título de estrategia muy al estilo League of Legends, y aunque es de descarga gratuita tiene muchos elementos que se pueden comprar. Al igual que en LOL, se compite en equipos de cinco héroes que intentan conquistar la base enemiga con diferentes habilidades. Una partida puede durar fácilmente 45 minutos, y se termina cuando uno de los dos equipos destruye el Ancestro del rival.
El caso es que aunque no te suene y hasta creas que todo esto es un poco friki, Dota 2 lo peta en Sudamérica, Estados Unidos, Rusia o China. De hecho lleva muchos años organizando el torneo que más dinero reparte en el sector de los deportes electrónicos: The International. Es verdad que no se han currado mucho el nombre, pero el título es lo de menos sabiendo que en 2019 ha repartido 32 millones de dólares, la mitad de ellos solo para el equipo ganador.
En las dos últimas ediciones se lo han llevado los jugadores del equipo OG, que acumula 27 millones de dólares solo en dos años de competición y solo ganando el evento The International, sin contar otras competiciones. Para ponerlo más claro: cada uno de los miembros de OG se ha embolsado más de cinco millones de dólares (unos cuatro millones y medio de euros) en los últimos dos años. Casi ná.
El premio supera por poco al que dio Fortnite en su mundial, con la peculiaridad de que Dota 2 financia los premios desde las microtransacciones que se hacen dentro del propio juego. Es decir: cuanto más se gastan los usuarios, mayor es la cantidad a repartir.
Evidentemente llegar a la élite no es tarea sencilla y muy pocos usuarios pueden ganarse la vida con esto. Pero desde luego los que alcanzan la cima tienen el trabajo soñado por muchos y una tranquilidad económica de la que muy pocos pueden presumir. Eso sí: cuando oigas que echar unas partidas es perder el tiempo, acuérdate de estos jugadores de tranquis en sus mansiones.