ALPHA
La cantante Aitana ha demostrado su fuerza en Sevilla en el inicio del Alpha Tour 2024 que terminará por todo lo alto con dos conciertos en el Santiago Bernabeu en diciembre.
A lo largo de más de dos décadas, los participantes en el concurso televisivo Operación Triunfo se han dividido entre los que buscan otro camino lejos de la música o los que asientan su carrera gracias a su paso por la pantalla. Aitana es de los segundos, de los que, aparentemente, tienen carrete para mucho futuro micrófono en mano encima de un escenario.
Partiendo de la base de que solo tiene 24 años, y de que esta noche en Sevilla, y es la norma, sus fans tenían muy lejos en el horizonte de su futuro la PEvAU, la catalana domina la voz, el baile y la empatía con su público a partes iguales, seguramente consciente de que su camino solo ha empezado, pero que lo puede recorrer sin demasiados baches.
Su gira Alpha ha comenzado en el Icónica SantaLucía Sevilla Fest, el festival de la Plaza de España hispalense que esta noche ha abierto su IV edición con la que fuese segunda clasificada, tras Amaia, en Operación Triunfo en 2017, y que tiene el aval de tres discos: Spoiler (2019), 11 razones (2020), y Alpha (2023), todos Discos de Platino, y el último dando nombre a una gira en la que se presenta con una decena de bailarines junto a ella bailando todos como uno solo.
"Es emocionante estar aquí, en uno de los sitios más bonitos del mundo", decía a sus jovencísimos fans, chicas en su mayoría, tras regalarles las tres primeras canciones de la noche: Los ángeles, Dos extraños y Berlín. Lo siguiente fue dar las gracias por todas las pancartas que se veían entre los miles de móviles que estaban grabando el concierto sin restricción alguna.
Oficialmente, esta noche se han reunido en Sevilla en torno a Aitana unas 12.000 personas, con muchas madres y algunos padres aguantando el tirón para que su descendencia viese en directo a su artista favorita, intentando verla desde más o menos cerca en el impresionante escenario que el Icónica Sevilla Fest instala en el corazón del monumento sevillano, ayudados, eso sí, por las tres pantallas, una enorme horizontal en el escenario, instaladas para que nadie se pierda un detalle de Alpha.
La noche, por cierto, invitaba a disfrutar de la música al aire libre, aunque con manga larga. Lejos de la canícula de los últimos días, Sevilla ha recibido a Aitana con poco más de 20 grados, aunque su equipo, para prevenir calores innecesarios, instaló en el escenario dos ventiladores enchufados directamente a la cantante.
Cuando a los 15 minutos del concierto habían sonado Dararí, Aqyne y En el coche, Aitana ya tenía al público en el bolsillo del pantalón mitad vaquero mitad mallas, elegido para la noche. Llega el momento de dar descanso a los bailarines y cambiar el micro blanco por uno negro. Aitana se queda sola para llenar el escenario cantando Más: "Si yo te quiero, te quiero y te quiero / y por tu culpa febrero me duele de más / ¿Dónde guardaré este amor si tú te vas?", corean con ella los 12.000.
En temas como estos su voz luce más, se la nota más cómoda, casi en un acapella de los de antes, igual que lo que arrastra parece el fenómeno fan de antes, de dormir en la puerta del concierto, de comprar la entrada meses antes o de llorar cuando la cantante suelta su repertorio. Sí, algunas lágrimas también se vieron esta noche en Sevilla, lágrimas con un color especial, como la propia ciudad.
Aitana ha arrancado gira, además, dejando claro que piensa bailar como le apetezca, por encima de las críticas derivadas de un tuit de una madre que se convirtieron en ríos de tinta en 2023 por moverse en el escenario como una mujer en el siglo XXI consideró que tenía que hacerlo.
Hasta ha mostrado en pantalla algunos de los titulares que aquel baile “provocaron” en respuesta a aquella frase de aquella madre: "Espero que Aitana pida disculpas por esta actuación tan pornográfica", decía el tuit en cuestión. En el ecuador de 2024, Aitana le ha respondido desde Sevilla como mejor lo sabe hacer: con Alpha.