NUEVO DISCO

Dani Fernández lanza su tercer disco, La Jauría: "No hacía música tan rock por el qué dirán"

Dani Fernández asegura que el tercer álbum en la carrera de cualquier artista es "el más importante". El suyo, se ha publicado bajo el título de La jauría, es como mínimo aquel con el que ha querido vencer recelos ajenos y temores propios apostando por un sonido más "cañero".

Dani Fernández lanza su tercer disco, La JauríaEFE

"Tenía muy claro que iba a arriesgar y dejar atrás miedos que tenía, por ejemplo al mundo de los festivales, porque yo no hacía música tan rock por el qué dirán", ha confesado a EFE durante una entrevista celebrada este jueves en Madrid.

Fernández (Alcázar de San Juan, 1991) reconoce que, a pesar de llevar ya cerca de seis años como artista en solitario y consolidándose como autor con una voz propia, aún le pesan sus años iniciales en la música como miembro de la 'boy band, Auryn.

"Gabi, de Sexy Zebras, que es uno de mis mejores amigos dentro de la música, me decía: 'Eres tú mismo el que te pones los límites'. Y era verdad, no me creía que podía hacer pop y rock, dos estilos que además siempre he pensado que estaba reñidos", cuenta.

Hasta llegar a concluir que "la música es música", hubo de enfrentarse a su jauría personal y a un "folio en blanco": "Pensaba a quién le voy a contar esto, ¿tengo que hacer público nuevo? ¿Me voy a cargar el que ya tengo? Entonces me di cuenta de que estaba tan centrado en la gente que me había olvidado de mí".

Un descanso tras este disco

El resultado de apostar por sí mismo es un álbum que, bajo la producción de Paco Salazar, como el previo Entre las dudas y el azar (2022), combina pop con "canciones más cañeras, más de directo", como Joderme la vida o Cariño, suéltate el pelo, con cierto aire de rocanrol canalla.

Frente al sonido más orgánico de sus anteriores trabajos, también incorpora más decididamente la electrónica, que contrasta con momentos más íntimos, como Y si lo hacemos junto a Valeria Castro o La trama final, que cierra el disco a modo de blues.

"Quiero tirar por esa onda de la autenticidad, que la gente vea que estoy haciendo canciones de autor, aunque también puedan llegar a mucha gente", dice ante cortes como los exitosos sencillos Todo cambia o Por no bailar contigo, que fue acreditado como disco de oro en solo siete semanas.

En ese camino, además de por Castro, el músico manchego se ha dejado orientar también por Iván Ferreiro, que canta junto a él en Oaxaca. "He aprendido a reflejarme en gente como ellos, que son felices con lo que tienen, sin buscar ser número 1 siempre, siendo auténticos y estando bien con ellos mismo", repite.

Tras los pasos de figuras como Leiva o Dani Martín, en solo cinco meses debutará en solitario en el Wizink Center de Madrid con todo el aforo ya agotado y el próximo 10 de noviembre podría ser elegido por el público como el mejor artista español de los Europe Music Awards de MTV, pero Fernández relativiza la idea de éxito.

"He aprendido a no obsesionarme con los números y a no mirarlos siquiera. En mi casa no tengo colgado ni un premio ni un disco de oro. Vengo de una banda en la que era todo lo contrario, números, números y números, pero ha llegado un momento en el que a mí eso me ha cansado", afirma.

Mucho ha tenido que ver su reciente paternidad. "Mi hija cambia mis prioridades y, aunque es verdad que la música es lo que más me gusta hacer en el mundo, es mi pasión, me la tomo de forma diferente y disfruto mucho de los descansos", dice.

"Agotado" como está de la gira que ha ofrecido este verano y de concluir un disco que ha hecho "a fuego lento", anuncia por eso mismo su intención de hacer un parón cuando concluya el ciclo de vida de este álbum "para poder disfrutar, componer y visitar", quizás también para mudarse un tiempo a Latinoamérica y empezar a abrir puertas allí.