MUY ROMÁNTICO
La cantante y actriz estadounidense se ha casado este fin de semana con el compositor Jordan Lutes en una ceremonia privada celebrada en California. El enlace, discreto pero lleno de detalles cuidados, ha reunido a familiares y amigos cercanos y ha consolidado una relación que comenzó en 2022 en un estudio de grabación.
Demi Lovato ya está oficialmente casada. La artista de 31 años ha dado el sí, quiero al también músico Jordan Jutes Lutes, en una boda celebrada este domingo por la tarde en California. La ceremonia, organizada con absoluta discreción, ha sido un reflejo del estilo de la pareja: romántico, elegante y profundamente íntimo.
El vestido de la novia ha acaparado buena parte de la atención. Diseñado a medida por la casa Vivienne Westwood, el traje nupcial de Lovato destacaba por su estética clásica, con guiños al siglo XVIII y a la escultura griega. Elaborado en satén de seda blanco perla, el vestido incluía un corpiño estructurado, escote caído y una voluminosa falda drapeada. La pieza fue confeccionada tras cinco pruebas en Los Ángeles, con la implicación directa del equipo de Alta Costura de la firma británica.
La pareja se conoció a principios de 2022, mientras colaboraban en el álbum Holy Fvck, en el que Lutes participó como compositor. Desde entonces, su relación ha evolucionado tanto en lo profesional como en lo personal, consolidándose a lo largo de casi dos años. El compromiso llegó en diciembre de 2023, con una propuesta acompañada de un anillo de diamantes en forma de pera, diseñado por Teresa Panico.
El enlace fue precedido por una cena de ensayo en la que ya se intuía la atmósfera cuidada del gran día. La organización estuvo a cargo de la veterana wedding planner Mindy Weiss, conocida por coordinar eventos de alto perfil. Aunque no se han revelado imágenes oficiales ni el lugar exacto, las fotografías filtradas muestran un entorno natural, en sintonía con la estética sobria y romántica de la celebración. Lovato y Lutes han dado así un paso más en su historia de amor, sellando su vínculo con una boda que, lejos de los focos, ha apostado por la emoción y la autenticidad.