JUICIO FEDERAL

Un escort masculino revela los perturbadores momentos que vivió con Diddy en su juicio por tráfico sexual

Daniel Phillip, que trabajaba como estríper en un club de Nueva York entre 2012 y 2013, ha asegurado durante el juicio del rapero Sean "Diddy" Combs que este le pagó en múltiples ocasiones para tener sexo con su ahora exnovia, Cassie Ventura.

Un acompañante masculino que testificó en el juicio por tráfico sexual contra Sean "Diddy" Combs en Nueva York ofreció un testimonio gráfico sobre cómo la superestrella del rap le pagaba regularmente miles de dólares para mantener relaciones sexuales con su entonces novia.

Daniel Phillip, de 41 años, declaró durante aproximadamente una hora, asegurando que Combs le pagaba hasta 6.000 dólares por cada encuentro sexual orquestado con la cantante de R&B Casandra "Cassie" Ventura.

Según Phillip, Combs dirigía activamente estos encuentros, imponiéndoles un incómodo “juego de roles” y dándole instrucciones precisas sobre cuándo y cómo debía alcanzar el orgasmo.

Afirmó que Combs solía ordenarle que aplicara aceite de bebé a Cassie y tuviera relaciones sexuales con ella, mientras él mismo observaba desde una silla en una esquina de la habitación y realizaba un acto sexual.

En una ocasión, Combs supuestamente le exigió a Phillip que eyaculara dentro de Cassie. Este relató que, aunque en realidad fingió el orgasmo, Combs le preguntó insistentemente si lo había hecho como le ordenó. También aseguró que rara vez utilizaban preservativos.

Phillip afirmó, además, haber presenciado episodios de violencia física por parte de Combs hacia Cassie en varias ocasiones. Añadió que, en una ocasión, el productor musical le suministró MDMA, según consta en un informe judicial recogido por Variety.

El testimonio de Phillip se presentó después de que el tribunal escuchara otras declaraciones sobre cómo Combs, de 55 años, presuntamente obligaba a mujeres a participar en fiestas sexuales que se extendían durante días, donde consumían drogas y eran grabadas por él.

Los fiscales alegan que, durante décadas, Combs dirigió una "empresa criminal" basada en la explotación sexual, y que su "círculo íntimo" colaboraba para encubrir sus delitos, según afirmaron en los alegatos iniciales del juicio.

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