RECAUDAR FONDOS
Raphael, David Bisbal, Malú, Viva Suecia, Eva Amaral y Pablo Alborán, entre otros, abarrotaron el Wizink Center de Madrid en un macroconcierto de tres horas solidario para recaudar fondos para los afectados por la dana de Valencia.
El macroconcierto solidario Música desde el corazón en Madrid fue todo un éxito tanto de público como de organización Pasadas las 21:30 horas, 16.000 personas abarrotaron el Wizink Center para disfrutar de tres horas de música. Un evento cuya recaudación y las donaciones del público a la fila 0 abierta para la ocasión irán a parar íntegramente a la plataforma Som Solidaritat en apoyo a los afectados por el desastre de Valencia.
La velada estuvo presentada por David Álvarez, de los 40 Principales, y durante tres horas la gente vibro con las canciones más icónicas de 15 de los artistas más grandes de nuestra música.
La velada arrancó con un icono de la música española: Raphael, que, enfundado en un brillante traje de lentejuelas, fue recibido con una gran ovación mientras interpretaba El tamborilero, como guiño a las fechas navideñas que se acercan. "Este concierto va por los afectados por la dana. Hoy todos ponemos nuestro granito de arena", expresó antes de hacer corear al público con su clásico Qué sabe nadie.
El relevo lo tomó Pablo Alborán, quien se sentó al piano para emocionar con Prometo y Saturno. "A veces uno quiere mudarse de planeta, pero noches como esta te hacen recuperar la fe en la humanidad", comentó, dejando al público con la piel de gallina.
Los murcianos Viva Suecia trajeron su rock alternativo y lograron levantar de sus asientos al publico con Todo lo que importa y El bien. Por su parte, Malú, con una chaqueta blanca de pelo, conquistó con A prueba de ti y Blanco y negro, interactuando con un público entregado.
Uno de los momentos más potentes de la noche fue el de Manuel Carrasco que tras interpretar No dejes de soñar y Qué bonito es querer sorprendió con una canción nueva original con la que rinde homenaje a los voluntarios y víctimas de la tragedia y dice que más de un político debería dimitir.
El momento más íntimo lo protagonizó la todopoderosa Eva Amaral que subió al escenario sin su inseparable compañero Juan Aguirre, ausente por un problema familiar. Acompañada únicamente por un piano, interpretó una emotiva versión de Sin ti no soy nada.
Muy potentes Arde Bogotá que llenaron el Wizink Center de rock and roll interpretando al completo los 8 minutos de La Torre Picasso y su poderosa La Salvación. La voz enorme de Antonio García llenó el recinto hasta desbordarlo.
Después llegó la fiesta, la alegría y el baile con David Bisbal uno de los más aclamados de entre todos los participantes en esta noche solidaria, tras un extenso discurso de agradecimiento ha interpretado fragmentos de Esclavo de sus beso, Bulería y Ave María, que han hecho vibrar a todo el mundo.
Después vivimos otro de los momentos más poderosos cuando Rozalén, emocionada y ataviada con una camiseta de su tierra, Letur, recordó la tragedia vivida en su pueblo también muy afectado por la DANA. Con su guitarra blanca y el apoyo de su inseparable intérprete de lenguaje de signos cantó Entonces y Vivir.
La lista de artistas no se detuvo ahí: Vanessa Martín, incansable con el lema "solo el pueblo salva al pueblo" cantó Polvo de Mariposas y He sido. Love Of Lesbian sólo cantaron Club de fans de John Boy mientras Santi Balmes decía que no podían fallarle a Valencia, un lugar que les había ayudado mucho a lo largo de su carrera.
El toque más joven, de un concierto bastante clásico en general, lo pusieron Hijos de la ruina, el trio de raperos formado por Natos, Waor y Recycled J, que no encajaban demasiado con el resto de artistas pero que pusieron a todos a bailar con Sudores.
El que si puso a bailar a todo el mundo, cuando la gente ya empezaba a cansarse, fue Dani Fernandez que encadenó Me has invitado a bailar, Todo cambia y Bailemos con las que logró poner a la gente a saltar más que ningún otro artista.
Después el concierto termino más flojo con Solé Jimenez, la única valenciana, interpretando una preciosa Yo vengo a ofrecer mi corazón de Fito Páez, que casi nadie conocía, y Como hemos cambiado que los que no se habían ido a casa coreamos. Tras más de tres horas el cierre final fue a cargo de Café Quijano con La Lola y La taberna del Buda.
La organización del concierto, el sonido, los cambios entre artistas y la banda que acompañaba a muchos de ellos fue todo perfecto. Si hubiera tenido que cambiar algo personalmente hubiera hecho que, siendo domingo, el concierto empezase a las 21:00 o incluso antes para que no terminase tan tarde.
También hubiera ordenado a los artistas de otra manera para que la cosa terminara más alto. Me hubiera gustado ver algún dueto, no hubo ninguno con tanto artista que había, y me hubiera gustado que cerraran con alguna canción final, se me ocurre Mediterráneo, todos juntos en el escenario.