POLÉMICA EN DIRECTO
El cantante y DJ, cabeza de cartel en 'La Gatera Reggaeton Fest', indigna al público con una actuación brevísima y una inexplicable desaparición del escenario.
Omar Montes, el artista español más escuchado en Spotify en 2020, es un tipo que no entiende de términos medios: o te gusta o te repele. La legión de fans que le sigue en cada actuación pública, desde que colgara los guantes (televisivos) y se dedicara plenamente a la música, ha crecido imparable, aunque también ha tenido sus momentos bajos...
El de Pan Bendito es tendencia ahora mismo en redes tras su participación en 'La Gatera Reggaeton Fest', un evento celebrado en Almudévar (Huesca). Lo que prometía ser una noche de 'rubias' y 'alocaos' se quedó en un concierto que cabreó a todos los presentes.
El espectáculo de Montes estaba previsto para las 23:00 pero llegó con tres horas de retraso, un tiempo a todas luces indecente que se agravó cuando solo estuvo cantando 20 minutos. Tras unas pocas canciones, el madrileño se fue sin ninguna explicación al respetable, que ha dejado constancia de su malestar especialmente en Twitter.
"Llegó y quería irse a cenar al camerino y le pedimos que por favor saliese ya", explican fuentes de la promotora a El Norte de Castilla, puesto que "la gente estaba silbando y pidiendo verle". Según las mismas fuentes, Omar "no hizo ninguna prueba de sonido y cada vez que cogía el micrófono no se escuchaba nada", pese a que "en los artistas anteriores y posteriores todo el sonido iba perfecto".
Los representantes de Montes avisaron, eso sí, que iban a retrasarse una media hora respecto al horario previsto, ya que el cantante acababa de llegar de un viaje a Estados Unidos que también sufrió una demora. Cosas del directo, ya sabes.
Va convirtiéndose en tradición veraniega que Omar Montes se convierta contra su voluntad en trending topic. Hace justo un año le juzgaron duramente en redes tras recibir un 'mecherazo' durante un concierto, subir al que lo hizo al escenario de malas maneras, y aparentemente intimidarlo sobre el escenario. Almudévar, nos tememos, va a quedar como otra mancha en su expediente.