ESCÁNDALO FAMILIAR
Mientras Liam y Noel triunfan con la gira de reunión de Oasis, su desconocido hermano Paul acapara titulares por motivos muy distintos: se enfrenta cargos por violación, agresión sexual, amenazas de muerte y demás.
Todo el mundo conoce a Liam y Noel Gallagher, los carismáticos hermanos que lideran la mítica banda británica Oasis y que, tras años de distanciamiento, han sorprendido al mundo al reunirse para una esperada gira internacional. Su regreso ha sido recibido con euforia por los fans del britpop, llenando estadios y cosechando titulares en todo el mundo. Sin embargo, en medio del entusiasmo por esta reunión histórica, un oscuro episodio ha salido a la luz y amenaza con empañar el apellido Gallagher.
Pocos saben que existe un tercer hermano: Paul Gallagher, el mayor de los tres, con un año más que Noel y siete más que Liam. Aunque nunca formó parte de Oasis ni ha tenido un rol público relevante en la escena musical, Paul ha estado vinculado de forma periférica al entorno de sus hermanos, trabajando en los márgenes como DJ y fotógrafo. Reside en un piso de Londres que, según diversas fuentes, fue adquirido para él por uno de los Gallagher en 2004.
Ahora, Paul Gallagher ha sido acusado formalmente por la Policía Metropolitana de Londres de una serie de delitos de extrema gravedad. Las imputaciones incluyen violación, múltiples agresiones sexuales, tres cargos por estrangulamiento intencional, amenazas de muerte, conductas coercitivas y controladoras, y agresión con lesiones. Los hechos habrían tenido lugar entre 2022 y 2024, y la investigación, iniciada el año pasado, sigue en curso. La víctima, una mujer cuya identidad se mantiene en reserva, está recibiendo apoyo especializado por parte de servicios policiales.
Paul deberá comparecer ante el Tribunal de Magistrados de Westminster el próximo 27 de agosto, donde se presentarán los cargos de manera oficial. De momento, ni Liam ni Noel han hecho declaraciones públicas sobre el caso, a pesar del intenso interés mediático.
Este giro inesperado contrasta drásticamente con el éxito del tour mundial de Oasis, que ha devuelto a los hermanos al centro del escenario musical tras más de una década de separación. Mientras su música vuelve a sonar con fuerza en estadios y festivales de medio mundo, el apellido Gallagher también resuena en los tribunales, esta vez por motivos profundamente perturbadores.