MAD COOL 2024
La jornada más rockera de la septima edición del Mad Cool estuvo marcada por los conciertazos de Pearl Jam y Greta Van Fleet, los mayores solapes del festival y un sonido puntualmente afectado por el viento.
Tras una primera jornada dominada por las divas el segundo día del Mad Cool 2024 fue el gran día rockero y también el gran día de los solapes. Un día en que todo volvió a funcionar de forma fluida y en el que el principal problema no fue tanto el calor como el viento.
Una jornada que arrancó con la mejor música británica cargada de soul, r&b y funk primero con los brutales The Heavy, liderados por Kelvin Swaby, que puso a todo el mundo a bailar bajo el sol de las seis de la tarde y después con el intenso Michael Kiwanuka y sus himnos que hemos escuchado en tantas series y películas.
Canciones como Black Man In A White World, Home Again, Cold Little Heart y Love & Hate se hicieron grandes hasta llenar todo el recinto en la voz de Kiwanuka, sus coristas y su espectacular banda.
Nos fuimos alejando con sus últimas canciones para intentar escuchar parte del concierto de Mando Diao, el primero de los grandes solapes de la noche. El escenario Orange se encuentra en una esquina protegido por un muro de contenedores pero sólo se escuchan bien los conciertos si te metes dentro y desde fuera el sonido se pierde entre el viento y la gente hablando.
Me esperaba mucho más de este grupo cuyo concierto fue un pinchazo porque no los vi en el lugar idóneo y porque no se tocaron muchas de las canciones de sus primeros discos que más me gustaban.
Después elegí a Keane antes que a la interesante Nia Archives, un solape más del día, y los británicos me ofrecieron lo que esperaba. Buen sonido y temazos intensos al piano de los que me conocía casi todos como Bend and Break, Nothing In My Way, We Might As Well Be Strangers, Everybody’s Changing, Perfect Symmetry o This Is The Last Time.
Nos desgañitamos con Somewhere Only We Know tras la cual nos fuimos antes de las últimas dos canciones para poder ir al baño, recargar bebida y juntarme con mi persona y mi hermano en un sitio decente en el que disfrutar a Pearl Jam, el gran concierto de la noche.
El concierto de Pearl Jam fueron mas de dos horas llenas de guitarras, intensidad, buen rollo, amistad y temazos sólo manchadas por el viento. Más de 57.000 personas, según la organización, acudieron el jueves al recinto Iberdrola Music y aunque la mayoría se concentraron frente al escenario principal algunos se fueron a ver a Bomba Estereo o a Bonobo, el triple solape más doloroso de todo el festival.
Eddie Vededer se paso el concierto hablando en español, leyendo carteles mientras presentaba las canciones. El cantante americano se había sincerado sobre su enfermedad en su reciente concierto en Barcelona asegurando haber vivido "una experiencia cercana a la muerte".
"Ha sido un placer estar en vuestro país, vivir tantas cosas y ser parte de ellas. Es algo que recordaré mucho tiempo y, en concreto, a este público de Mad Cool", aseguró Vedder, que estuvo arropado por varios amigos españoles como el actor Javier Bardem o el músico Miguel Ríos.
Arrancaron potentes con Lukin y Corduroy y a lo largo del concierto fueron mezclando canciones de su nuevo disco Black Matter con clásicos de sus más de treinta años de carrera.
Genialidades como Given To Fly o Daughter sonaron épicas mientras Vedder, presentaba delante de cada canción, a cada uno de los miembros de la banda como sus amigos. El inmenso Jeff Ament al bajo, el poderoso Matt Cameron a la batería, el infravalorado Stone Gossard, compositor de muchas músicas de la banda, a las guitarras rítmicas y acústicas y por último el sublime Mike McCready a la guitarra solista.
McCready se pasó el concierto demostrando por qué sigue siendo uno de los mejores guitarristas del mundo, con virguerías como tocar un endiablado solo con la guitarra dada la vuelta sobre su nuca. Especialmente brutal fue su sólo en Even Flow, una de las mejores canciones del concierto.
Después llegaría la dedicatoria a su amigo Javier Bardem, también presente en el concierto, antes de Unthought Known de su disco Backspacer. La banda se fue del escenario tras dieciseis canciones pero todavía quedaba la traca final con cinco temazos.
"Me gustaría dedicar esta canción a uno de mis héroes y estoy feliz de poder llamarlo amigo: Miguel Ríos. Gracias por venir. No se puede encontrar un hombre mejor", explico sobre el granadino antes de cantar Better Man.
Eddie Vedder se acordó en el final del concierto de Motxila 21, exhibiendo una camiseta suya: "Es un honor compartir escenarios con esta banda, son una gente maravillosa".
Por último escuchamos seguidas Do the Evolution, Alive, su versión de Rockin’ In The Free World de Neil Young y el cierre perfecto con Yellow Ledbetter.
Un gran concierto de Pearl Jam, no tan redondo como el de su anterior vez en el Mad Cool en 2018, que sólo se vio empañado por el viento que en algunos momentos jugo malas pasadas al sonido.
Tras Pearl Jam nos tocaba enfrentarnos a otro de los grandes solapes de la noche Greta Van Fleet contra el dj alemán Paul Kalkbrenner. Como este año moverse por el recinto es algo super fácil y fluido decidimos dividir nuestro tiempo.
Escuchamos las primeras seis canciones del conciertazo de los hermanos Kiszka, incluida la soberbia Heat Above, y después nos fuimos al escenario Orange para darlo todo con la última media hora del concierto de Kalkbrenner.
Si el festival cerrara a las tres en vez de a las dos probablemente podríamos haber disfrutado de ambos conciertos enteros pero la situación con los vecinos, el ruido y la vuelta a casa es la que es.
Ojala más noches en el Mad Cool de rock, solapes y buena música como esta por muchos años.