FIESTOTE CON SOMBRAS
La megainfluencer española celebró su esperado festival de "reguetón clásico" con una parte de los asistentes muy cabreados por la organización.
Los premios Ídolo de Dulceida fueron el pistoletazo de salida en nuestro país para que las grandes concentraciones de influencers vuelvan a ponerse en marcha como antes de la pandemia. Fue precisamente el maldito coronavirus el que impidió que María Pombo celebrara el año pasado su tercera edición del Suavefest, un festival que acabó materializándose este finde.
Con 2500 entradas vendidas en las primeras 24 horas (antes incluso de que se anunciara un solo artista), las expectativas estaban por las nubes, y el balance de los responsables del evento fue "muy positivo".
"No recuerdo la última vez que me levanté a las 11", decía la organizadora de todo al día siguiente del evento, que describía como "un día muy feliz pero muy estresante" y un despertar con "resaca de emociones que no puedo expresar con palabras".
No es para menos, porque el cocktail que se metió en el cuerpo incluía a su colega Luc Loren pinchando, Alejo, Gemeliers, King Africa o Chema Rivas, un lugar como el estadio Wanda Metropolitano para celebrar este esperado regreso, y unos cuantos espectadores cabreados con cómo salió la cosa en directo.
"Soy consciente de mis errores, cuando hay cosas mal soy la primera que las sufro", dijo en referencia a los comentarios negativos que aseguraban que hubo overbooking y que en determinadas partes de la pista no se veía ni oía nada.
"El error fue creer que la pista iba a ser el mejor sitio y resulta que las gradas eran increíbles, y teníamos que haber habilitado más gradas desde el principio", explica la influencer, añadiendo que movieron a parte de los espectadores a aquella parte. "Incluso a palcos VIP, porque lo merecían".
"La clave es que la gente se lo pase bien, para mí es un fracaso que un 10 por ciento de la gente esté agobiada por mucho que los demás se lo pasaran bien", añade, asegurando que durante el evento estuvo "muy muy agobiada" por los problemas que algunos asistentes reportaban y que le llevó a no querer salir al escenario. "Lloré y mis amigos me tuvieron que sacar porque la gente me estaba esperando".
"Seguro que en el próximo Suavefest no va a haber personas agobiadas porque no ven", prometió también por Instagram, antes de pasar a enumerar momentos de "pura felicidad" sin pasar por alto los problemas: "no quiero dejarme esto fuera, porque también son una realidad".
Entre los asistentes que no tuvieron queja contamos con Marta Díaz, Tomás Páramo, Laura Matamoros Flores ("si la quiero más exploto", escribía) o Victoria de Marichalar, quien acompañaba a su novio Jorge Bárcenas (quien también pinchó). Suponemos que entre los momentos de "pura felicidad" podemos meter a Pombo bailando 'Bomba' con King Africa, una fantasía que dejamos como recuerdo entre WTF y entrañable. Nostalgia pura.