DIOS TUITERO
Eran los tiempos en que mi Pueblo Elegido había pasado a cuchillo a todas las naciones vecinas tal y como les había ordenado y se había apoderado de la Tierra Prometida.
Tras la escabechina, llegó un tiempo de tranquilidad. Todavía no había llegado la época de los Reyes, Israel era gobernada por jueces, y el de aquella época, Gedeón, se tomó muy en serio lo de "Creced y multiplicaos" y tuvo setenta hijos.
A su muerte, la lucha sucesoria estaba asegurada. El más espabilado de todos ellos, Gedeón, hizo una encuesta entre los nobles de Siquem, preguntándoles si preferían ser gobernados por una persona o setenta. Como salió lo primero, dice la Biblia que "contrató a unos vagos y aventureros" y mató a todos sus hermanos.
Con este currículum tan virtuoso, los nobles le proclamaron rey.
Abimelec gobernó durante tres años, pero después "Dios mandó un espíritu de discordia entre Abimelec y los nobles de Siquem". Me aburría y quería acción.
Se sublevaron contra él y entonces Abimelec tomó la ciudad, mató a sus habitantes, la arrasó y la sembró de sal. Aunque no tenía ningún dragón, también quemó vivos a los 1500 hombres y mujeres que se habían refugiado en la Torre de Siquem.
Era duro de pelar Abimelec, pero su fin estaba cercano, y aunque todavía no se había inventado Netflix ni el feminismo de cuarta generación, fue a manos de una mujer.
Se encontraba un día nuestro cruel protagonista asediando la torre de Tebes, cuando una fémina le lanzó desde arriba una piedra de moler y le rompió la cabeza. Cuenta la Biblia que Abimelec llamó a su escudero y le dijo: - Saca la espada y mátame, para que no se diga que me mató una mujer.
Y así lo hizo su escudero, salvándole de tamaña vergüenza bíblica. Es Palabra de Dios.