El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
THIS IS US HACE DE LA OBESIDAD UNA CUESTÓN INSUSTANCIAL INCLUSO OFENSIVA
¿Recordáis las polémicas por las críticas hacia las estrellas que se han sometido a operaciones estéticas? Este es un caso similar, pero aún no somos conscientes de todo lo malsano que hay detrás. ¿Cuántas noticias habéis leído sobre celebrities que han perdido peso como si fuera la hazaña definitiva de sus vidas, como si antes no fueran felices?
Las series de televisión son uno de los medios que se han animado a reflejar los conflictos a los que se enfrentan aquellos que sufren obesidad, e incluso ellas son susceptibles de los tópicos.
This is Us ha sido la última en hacerlo, y no precisamente bien. La serie de la cadena NBC (Fox Life), que gira alrededor de una familia a lo largo de varias décadas, se convirtió en el gran fenómeno televisivo del otoño en Estados Unidos, pero esta es la crítica de muchos columnistas y espectadores a la que no ha podido escapar.
La ficción cuenta la historia de Kate Pearson (la actriz Chrissy Metz, una actuación notable que la coló entre las nominadas al Globo de Oro), una mujer de 36 años que vive obsesionada y condicionada por su obesidad. En un intento de narrar los problemas que viven algunas personas con sobrepeso, el prejuicio propio y ajeno, This is Us ha hecho de Kate un personaje plano, insustancial e incluso ofensivo.
A LA BÚSQUEDA DE MEJORES HISTORIAS
¿Es acaso la apariencia lo único importante para los personajes obesos? El cine y la televisión nos han demostrado que no, pero This is Us se aferra a ello. De Kate conocemos su complejo, sus incontables dietas, sus grupos de ayuda, pero casi nada más, excepto la dependencia que ha creado hacia su hermano, el dolor que aún siente por la muerte de su padre, y su incipiente amor hacia Toby, al que ha conocido en una de sus reuniones.
Poco más podemos decir de ella. ¿Recordamos a qué se dedica? ¿Sabemos cuál es su vocación? ¿Tiene alguna pasión? La serie ha caído en uno de los peligros de la representación de colectivos en pantalla: hacer de la protagonista un cliché incapaz de sugerir otros rasgos interesantes que le caractericen.
¿Y si la obesidad no la provoca tanto una cuestión física como emocional? ¿Y si la solución no estuviera en el deporte ni en el mindfulness? ¿Y si hubiera detrás un importante problema de salud? ¿Y si las personas con sobrepeso fueran sencillamente felices y no tuvieran complejos?
La serie reciente en la que encontramos respuestas diferentes a estas preguntas, la primera a la que recurren los más críticos con This is Us, es Mike & Molly, de 2010. Producida por Chuck Lorre, conocido por sitcoms que hacen comedia sobre lugares comunes de sus personajes (y que son polémicas por ello), como The Big Bang Theory o Mom, se centra en una joven pareja que se conoce en una terapia de comedores compulsivos, y sigue sus dispares desventuras.
LA TRANSCENDENCIA DE ROSEANNE BARR
Es precisamente Melissa McCarthy, protagonista de Mike & Molly antes de ser una estrella de la comedia femenina, gracias a películas como 'La boda de mi mejor amiga' o 'Cazafantasmas', la actriz que dio vida a uno de los personajes con sobrepeso más inspiradores que se recuerdan en televisión; hablamos de Sookie, de 'Las chicas Gilmore', para quien el físico apenas era una nota en el guion.
En otro apartado de figuras catódicas de las últimas temporadas, hallamos a Rae Earl, de la joya adolescente británica My Mad Fat Diary. Sharon Rooney interpretó en ella a una chica con trastorno emocional y tendencias autolesivas, que cuando superó sus miedos se desveló como una mejor amiga, una melómana insuperable y un personaje muy entrañable.
Sin embargo, tal vez, la evolución de Molly, Sookie o Rae sería diferente sin la huella que dejó en el imaginario televisivo la mítica Roseanne Barr, protagonista de una comedia de los 80 (en la que participó también, curiosamente, Chuck Lorre) creada para su lucimiento, titulada, para sorpresa de nadie, Roseanne.
Antes de ser estrella de la televisión, la estadounidense fue una monologuista conocida por haber superado dos obstáculos en el machista mundo de la 'stand-up comedy': ser mujer y tener sobrepeso.
En aquella serie, una de las primeras con personajes 'blue collar', con dificultades para llegar a fin de mes, Barr dio vida a una madre de familia trabajadora, valiente y capaz de plantar batalla a cualquier adversidad. ¿Creéis que no hay más y mejores historias por y para personas con obesidad? Pues la televisión nos dice lo contrario.