El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
LA SOLUCIÓN MÁS DRÁSTICA
Les molesta que nos rebelemos, que reclamemos nuestra habitación propia como apuntaba Virginia Woolf o que aprendamos a ser nosotras prescindiendo del sexismo y los tradicionales estereotipos femeninos. La solución más drástica para espantarlos es a menudo la más sencilla: autoestima, pensamiento crítico y cultura feminista. Aquí va una pequeña selección de libros para motivar tu compromiso (y hacerles rabiar):
1.- Devenir perra. Iziar Ziga.- Una lectura deslenguada, fresca y subversiva para quienes exploran la feminidad y el género más allá de la norma, sin importar si el rímel está corrido o si eres más de hijab que de tanga. Aumenta el sentimiento de inferioridad del macho alfa al apelar a la unión colectiva de las mujeres: “¿Para qué voy a competir con una mujer si puedo follar con ella?”
2.- Yo también soy una chica lista. Lucía Lijtmaer.- Estamos ante un manual que obliga (o casi) a jóvenes modernas a reírse de sí mismas mientras analiza y cuestiona las desigualdades y violencias que, aun disfrazadas de colores pastales, todavía hoy nos persiguen. Actual y necesario. Aparentemente, puede que el machito de turno no se sienta amenazado porque crea que es un libro “para mujeres”. Pero, ¡pobre ingenuo! Bajo la etiqueta “para mujeres” se esconden reflexiones más eficaces para la liberación de la mujer que una metralleta.
3.- Como ser mujer. Caitlin Moran.- Original y divertido. Un relato iniciático, en clave autobiográfica, que indaga en la construcción de la identidad femenina y los roles de género. Entre derroches de gracia, te anima a identificar las humillaciones cotidianas y ese machismo sutil que a veces no vemos… Menstruación, aborto, depilación femenina, relaciones tóxicas e ideales de belleza son los grandes temas sobre los que ironiza la autora. Provoca serias rabietas en ese público masculino acostumbrado a ridiculizar a las mujeres por su físico: “Estoy gorda porque cada vez que me follo a tu padre me da una galleta.”
4.- Miedo a volar. Erica Jong.- Novela con moraleja feminista. Ambientada en los años setenta, cuenta la historia de una ficticia escritora, Isadora Wing. Adúltera y en lucha contra los remordimientos, nos acerca a la sexualidad de las mujeres sin censura. Una historia que humaniza el deseo y placer femenino más allá de las categorías misóginas de frígida o guarra.
5.- Todos deberíamos ser feministas.- Chimamanda Ngozi Adichie. Es la propuesta menos macarra de esta selección, pero no subestimes el contenido. Breve, pedagógico y humano. Desmonta la idea de que el feminismo es solo un asunto de mujeres. O dicho de otra forma, ese hombre blandengue que tanto incomodaba a El Fary es justamente el que sí necesitamos a nuestro lado las mujeres.