El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
'BROTOPÍA' ES UNO DE LOS LIBROS MÁS POLÉMICOS DE ESTE AÑO
Apple, Google, Microsoft, Amazon, Facebook... Las empresas tecnológicas dominan el mundo. Y cuando pensamos en ellas, es casi inevitable pensar también en esa gran matriz en la que se desarrollan la mayoría de ellas: 'Silicon Valley.' Steve Jobs, Marc Benioff, Larry Ellison, Sergey Brin, Larry Page.
Éxito, fama, poder, dinero, mujeres. De eso va hoy el artículo, solo que esta vez los ejecutivos no son lobos de Wall Street, sino más bien, tipos que podrían haber ido a tu clase. El empollón de gafas gigantes al que todos pegaban, el gordito con granos y camisetas de Star Wars, el niño extraño que desmontaba ordenadores con 11 años.
Sus vidas sociales no fueron precisamente como la del capitán del equipo de football o como la de la cheerleader sexy del 'insti.' Y en cuanto a su vida sexual, la gran mayoría de ellos perdieron su virginidad a edades muy avanzadas.
Los dueños del mundo
Yo veo Silicon Valley como una especie de segundo high school en el que se han intercambiado los papeles. Ahora son ellos los dueños del mundo. Ahora son ellos los que deciden si dejan o no entrar al capitán del equipo de football o a la cheerleader sexy del insti.
Los chicos que los golpeaban y las chicas que los rechazaban han gestado en ellos “una suerte de venganza del nerd. Muchos de los nombres de primera fila en Silicon Valley tienen algo único en común: una adolescencia solitaria y privada del contacto con el otro sexo" nos cuenta Emily Chang en su libro 'Brotopía: entrando en el mundo masculino de Silicon Valley'.
El lado más oscuro de la utopía masculina
No son tipos exclusivos. No están ahí para comprometerse o tener hijos contigo. Están ahí para hacer realidad el lado más oscuro de la utopía masculina. Me refiero a que los 'Silicon Boys' son casi en un 100% heteros. En esas fiestas la bisexualidad o la homosexualidad apenas son visibles.
De hecho, el número de mujeres suele superar en gran medida al número de hombres. Cuenta la escritora que un tipo que estuvo en una de esas fiestas utilizó la expresión: ”toneladas de mujeres”.
Esto no es sino la materialización hiperbólica de una fantasía. Todas las chicas que no quisieron acostarse con ellos cuando aún no eran súper ejecutivos se duplican y triplican en estas ceremonias sexuales, ceremonias, por cierto, muy al estilo 'Eyes Wide Shut.'
Así son estas bacanales
Suele ser una vez al mes, normalmente viernes o sábado por la noche. El lugar elegido varía. Una mansión en la zona residencial de 'Pacific Heights,' un castillo en el 'Valle de Napa,' un barco frente a la costa de 'Ibiza,' depende.
Sólo acuden los hombres que han sido directamente invitados por el anfitrión. Las invitaciones se comparten de boca en boca, en Facebook, Snapchat, mensajería efímera. Todos y todas saben a qué tipo de fiesta van. En la puerta se reparten pastillas de éxtasis con el logo de las empresas más top.
Si una trabajadora del sector rechaza la invitación, es muy probable que las puertas a un futuro mejor en Silicon Valley se le cierren para siempre. Muchas de ellas hacen lo contrario, es decir, ir voluntariamente para conocer a los capos del mundillo.
Estas orgías suelen ser a su vez, micro-orgías, es decir, grupos de parejas o tríos, o como era de esperar, un hombre con 2, 3 o más mujeres a la vez. Y para que la peli porno sea completa, se da por hecho que ellas tendrán sexo con ellas.
Por cierto, el vouyerismo está prohibido, es obligatorio ser proactivo. El consumo de éxtasis vuelve a la gente loca y lo convierte todo en ritual perverso, brutal, violento y salvaje, un ritual de celebración de la misoginia, el abuso y la cosificación.