El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
@NORCOREANO
Esta semana hemos atrasado la hora 30 minutos. ¿Por el horario de verano? ¿Por ahorrar luz? No, porque me he dado la neura. El motivo oficial es recuperar la hora que teníamos antes de la invasión japonesa, pero el extraoficial es el verdadero motivo de peso. No os ha pasado nunca que madrugáis y pensáis “Ojalá tuviese 30 minutitos más”, pues a mí ya no me pasa.
Lo que peor llevo del nuevo cambio es el jet lag. Por ejemplo, llegan las dos de la tarde y como porque es la hora de comer, pero es que luego llegan las dos y media y como era la hora a la que comía antes, tengo el cuerpo acostumbrado y tengo que volver a comer.
Evidentemente este cambio de hora es experimental. Pero si me sale bien, cuando acabe el verano estoy pensando adelantar el calendario nueve meses para ahorranos el invierno, que en invierno no hay gazpacho y se gasta mucha luz.