El emotivo momento en que un niño paciente de cáncer se reúne con sus hermanos tras seis meses en el hospital
DEBATE
El debate feminista se ha instalado en el lenguaje, y cómo referirnos al género neutro forma parte ya de la agenda política de los principales partidos nacionales. La izquierda y la derecha lucha por ensalzar el “nosotres” o denostarlo, tachándolo de aberrante. Pero ¿qué ocurre en otros países? ¿Es España es el único lugar del mundo al que le preocupan estas cuestiones?
“Queridos, queridas y querides” así se dirigió al público la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, durante las fiestas del Orgullo Gay en la capital. Unos grupos ven estas iniciativas urgentes y necesarias, y otros colectivos directamente los tachan de aberración del lenguaje.
Las redes arden a la primera de cambio, entrando al trapo de las provocaciones de uno y otro bando. En lenguaje inclusivo es una bandera que genera división, porque el debate está enconado. La RAE no acaba de desatascar el problema y se sitúa en una posición neutral: se niega a añadir cambios normativos en el uso del castellano, pero apoya el máximo cuidado para no entrar en sexismos.
¿Qué nos pasa en España? ¿Nos pasamos de suspicaces? ¿Es intolerancia? Vamos a medir este tema con el resto del mundo.
Preguntamos a Cristina Bustamante, en México, si allí el uso del castellano sufre estos debates, y en qué situación están.
Pilar Millán nos habla desde Ginebra acerca de la situación idiomática del conflicto en Suiza, y también desde Japón, pues se crió allí hasta los 22 años.
Y viajamos a París para hablar con Alicia Hernanz, que nos explica si el francés también trata de incorporar giros del lenguaje más inclusivos.