Como cada año desde hace 20, Antonio Torre Portero llega todavía con arena en los calcetines después de tres semanas en la playa a la televisión local en la que trabaja. Nada más aterrizar de vacaciones se enfrenta a la primera reunión de contenidos. Antonio, te toca cubrir lo del estrés postvacacional. ¿Otra vez? Haberte cogido vacaciones en septiembre. Pero jefe. Ni pero ni pera, llama al psicólogo de siempre y vete a la calle de las tiendas a meter micrófono. Pero jefe. Ni pero ni pera, Antonio, ¡a correr! Antonio, con café en mano y mala hostia en la cara, llama al psicólogo con el que habla cada 1 de septiembre a las ocho de la mañana.
Psicólogo: ¿Dígame?
Antonio: Hola, soy Antonio, de la tele loc…
PI-PI-PI-PI… Antonio le da a la rellamada.
Psicólogo: Mira, que me dejéis en paz, cada año la misma mierda…
Antonio: Es sólo un comentario, por favor. Sólo son dos minutos.
Psicólogo: Me cago en mi puta vida. Venga, dime.
Antonio: ¿Cómo podemos evitar el estrés postvacacional?
Psicólogo: ¡Lo sabía!
PI-PI-PI-PI… Rellamada.
Psicólogo: Que no, hostia, que pongas la misma grabación que me hiciste el año pasado, o la del año anterior, o la del otro, que me has despertado, hostia, pon lo que te dé la gana, pero déjame en paz.
Antonio: Me juego el trabajo. Está la cosa fatal en el periodismo, tengo que pagar la letra del coche…
Psicólogo: Me cago en mi vida. Venga, graba, hostia. Y graba bien que no lo voy a decir dos veces.
Antonio: Gracias, muchas gracias.
Psicólogo: Para evitar el estrés postvacacional hay que tomarse con calma la vuelta al trabajo. Es beneficioso adaptarse unos días antes del final de las vacaciones al horario laboral y comer fruta. ¿Ya?
Antonio: Le debo una.
Psicólogo: Me cago en mi puta vida.
PI-PI-PI-PI… Antonio Torre Portero sale a toda prisa junto al cámara hacia al coche para dirigirse a la zona comercial. Las tiendas empiezan a abrir. Con el micrófono en una mano y el café a medio terminar apoyado sobre la acera, Antonio pregunta a un comerciante.
Antonio: ¿Cómo lleva usted la vuelta al trabajo, caballero? ¿Sufre estrés postvacacional?
Comerciante: ¿Te puedes echar a un lado, cojones, que no puedo subir la chapa? ¿No me estás viendo?
Antonio: Vamos a esperar a que el caballero abra su negocio. Graba cómo sube la chapa, grábalo. Caballero, estamos viviendo con usted la vuelta al trabajo, ¿cómo lo lleva? ¿Está notando el estrés postvacacional?
Comerciante: Pues mira, desde hace un minuto sí que tengo estrés, sí.
Antonio: Muchas gracias, caballero. ¿Lo has grabado? Bien. Sigamos. Antonio Torre Portero realiza un par de entrevistas más por la zona y vuelve a toda prisa a la redacción. Ya lo tengo, jefe, voy a la cafetería un momento, que casi no he podido desayu… Antonio, manda el material cagando leches a que lo monten, que no llegamos. Voy corriendo. ¿Mucho estrés postvacacional ahí fuera, Antonio? Bastante, como todos años. Perfecto.