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ES SIN DUDA UNA DE LAS ARTISTAS MÁS IMPORTANTES DEL SIGLO XX

Giorgia O’Keeffe: la mujer que convertía las flores en vaginas

Sus cuadros son alucinantes. Sus formas, sus colores, su luz. Misteriosas e hipnóticas pinturas cargadas de simbolismo. Su provocadora y compleja personalidad siempre estuvo a la altura de las circunstancias.

Giorgia O’Keeffe Giorgia O’Keeffe

Nació en el Medio Oeste Americano, más concretamente en Wisconsin, un 15 de Noviembre de 1887, es decir, hace ahora 130 años. Provenía de una familia medio irlandesa medio húngara. La búsqueda de la soledad fue algo que la acompañó desde su niñez.

Y tuvo claro desde la niñez que quería ser artista. De 1905 a 1907 se formó en el 'Instituto de Arte de Chicago' y en la 'Art Students League de Nueva York.' Pero se vio obligada a abandonar los estudios y comenzó a trabajar como ilustradora en Chicago y más tarde como maestra de arte de educación primaria.

Compaginó su trabajo con los cursos de verano de 'Alon Bement' en la 'Universidad de Virginia.' Como podemos comprobar, se trata de una trayectoria poco habitual para una campesina de la América profunda de principios de Siglo. Pintó 'Dead Rabbit' con 20 años. Un cuadro en el que ya revela una de sus máximas preocupaciones: la naturaleza y sus criaturas.

Dead Rabbit | Giorgia O’Keeffe

En 1914 viajó de nuevo a La Gran Manzana y allí tuvo contacto con la vanguardia newyorkina y con la galería de arte '291,' propiedad del fotógrafo y empresario 'Alfred Stieglitz.'

Éste conocía parte de la obra de O’Keeffe gracias a que tiempo atrás, una ayudante de Stieglitz se había hecho con algunas obras de la artista. Eran unos pocos dibujos a carboncillo, abstracciones y formas biomórficas inspiradas en el mundo natural que habían fascinado a Stieglitz, tanto que en 1916 le montó una exposición.

Las flores vaginales de Georgia O'Keeffe | Georgia O'Keeffe

Al fin se conocieron, ella se mudó a Nueva York, en donde fue alumna y profesora del 'Teacher's College' en la 'Universidad de Colombia.' O’Keeffe y Stieglitz, recién divorciado y más de 20 años mayor que ella, empezaron una relación.

Pero Giorgia no fue sólo la novia, sino también la musa de un fotógrafo obsesionado con la pintora. De manera compulsiva tomaba fotos de O’Keeffe. Consiguió diseccionarla visualmente a través de cientos de imágenes. A veces vestida y muchas otras desnuda. Es fácil imaginar el impacto y el escándalo de esas fotos en una época como aquella.

Foto desnuda | Giorgia O’Keeffe

La creatividad de la artista explotó. Todo su potencial simbólico y capacidad de abstracción se materializaron en sus famosos cuadros de flores. Los pétalos, estambres, óvulos y ovarios fueron también las vaginas, úteros, vulvas y vientres a lo largo de más de 200 retratos florales.

Pero O’Keeffe siempre negó que sus pinturas fueran una representación de los genitales femeninos. Incluso llegó a decir: Odio las flores, las pinto porque son más baratas que los modelos, y no se mueven”.

Belleza, sensualidad, erotismo y sexualidad fluyen por cada una de estas pinturas. Y no sólo eso, sino que a raíz de estas obras, muchos críticos de arte la han considerado una precursora de la pintura feminista de los años 70.

La mujer es quien tiene la capacitad de gestar y parir, sus genitales son fuente de placer y fuente de vida. Sus flores consiguieron simbolizar y expresar todo esto y llevarlo más allá. Sus cuadros se convirtieron en obras únicas de gran valor pictórico y comercial, hasta el punto de que, 'La Flor blanca' es el cuadro más caro vendido en una subasta pintado por una mujer.

La Flor Blanca | Giorgia O’Keeffe

Cuando Stieglitz muere, ella se instala definitivamente en su querido Nuevo México. Atrás quedaron sus flores y sus rascacielos, a los que también dedicó parte de su obra. Allí se re-encontró con algo a lo que siempre estuvo conectada, los grandes espacios, el horizonte, el infinito.

Ram's Head With Hollyhock | Giorgia O’Keeffe

Murió el 6 de Marzo del 86. Dicen que fue la madre del modernismo americano. Es sin duda una de las artistas más importantes e influyentes del siglo XX. La 'Tate Modern' le dedicó una más que merecida retrospectiva el año pasado. Y para despedir, 'Ram's Head With Hollyhock,' uno de sus cuadros más famosos perteneciente, precisamente, a esos periplos de tiempo que Giorgia pasaba en Nuevo México.

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