El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
NIÑAS DE CINCO A DIEZ AÑOS COLECCIONAN CROMOS DE ESTE PERSONAJE SIN NARIZ NI BOCA
Las niñas de entre 5 y 10 años se están volviendo locas por un personaje ficticio rarísimo llamado Gorjuss. Se trata del dibujo de una niña que no tiene ni nariz ni boca, pero eso no parece preocupar a nadie, es más, precisamente podría ser el secreto de su éxito.
¿Recuerdas a Samara de 'The Ring'?
Hay algo gótico en ella que podría seguir la estela de otras ficciones infantiles como Monster High, Mavis de Hotel Transilvania o el personaje de Wednesday de la Familia Addams. Con la salvedad de que Gorjuss no tiene su propia película, ni serie de televisión, ni cómic. No sabemos qué piensa, ni qué simboliza: es solo una imagen que ahora se vende como churros.
En el universo de Gorjuss no existen amigos, ni padres, ni mayor ocupación que mirarnos fijamente. A veces aparece junto a un gato, o sujetando un paraguas, pero poco más. No sabemos qué piensa o cuál es su forma de ser porque en su cara no hay rasgos que expresen emociones, no habla, no ríe, no usa las cejas (porque no tiene…).
La autora de Gorjuss es Suzanne Woolcott, una ilustradora escocesa de 38 años que reconoce que empezó a dibujar a Gorjuss de forma autodidacta, porque hasta ahora no se había dedicado profesionalmente a la ilustración. Pero tal vez Woolcott va por el camino de J.K. Rowling, porque Gorjuss ya es un icono reconocible mundialmente, en solo tres años se ha convertido en un fenómeno (infantil) de masas y ya se distribuye en 50 países.
Pero Woolcott sigue siendo un enigma, hay pocas entrevistas y pocas explicaciones sobre porqué Gorjuss no tiene boca, y corre por la red la leyenda de que Woolcott podría tener una hija con algún tipo de discapacidad que le impide comunicarse y por eso Gorjuss tiene esa fisonomía y vive en un mundo tan particular.
Después de tres años de vida, Gorjuss lo ha petado este verano convirtiéndose en un must para la vuelta al cole: mochilas, estuches, cuadernos… Podría ser la primera vez que un personaje de merchandising no tiene ningún vínculo afectivo con su universo ni produce ninguna historia de ficción a su alrededor. La nada absoluta, tan sólo la melancolía.
La única pista que tenemos sobre qué opina Gorjuss es un libro titulado “Sentimientos”, en cada página hay un micro-relato. Como por ejemplo: “Una urraca ladrona entró por la ventana. / No quería diamantes, ni oro ni plata. / Le robó el corazón. / Lo que más brillaba.” Vamos, puras ganas de vivir.
El álbum de cromos de Gorjuss se lanzó este verano y ha arrasado. ¿Quien dijo que los niños de la generación Youtube no iban a disfrutar cambiando cromos en la salida del cole? Los sobres de Gorjuss se agotan en los kioskos cada mañana, y el periplo para conseguir rellenarlo se convierte en un peregrinaje a la vieja usanza.
Un sobre con cinco cromos cuesta 70 céntimos. Si tuviéramos la increíble fortuna de no tener jamás un solo cromo repetido, completar el álbum nos costaría 25 euros. Pero la probabilidad nos dice que para conseguir completar parcialmente el álbum, por cada cromo que colocamos hay que comprar 4. Es decir, que rellenar el álbum puede costar alrededor de 100 euros.
Y es aquí cuando la generación de niños nacidos después de 2010 demuestran en qué les caracteriza. Tienen cromos, los pegan, los cambian, pero también se graban vídeos de 40 minutos enseñando toda su colección para subirlo a YouTube. Los cromos no han dejado de ser de papel, pero la forma de enseñarlos al mundo es una pantalla.