El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
CIENCIA FICCIÓN DISTÓPICA
En el panorama seriéfilo actual, estamos tan acostumbrados a la dinámica del remake como a demonizarla desde el primer anuncio de un nuevo proyecto. ¿Por qué, entonces, apenas hemos escuchado a nadie alzar la voz contra Westworld? Porque la Westworld germinal, la película que Michael Crichton escribió y dirigió en 1973, es prácticamente una desconocida en España, donde se estrenó bajo el título de Almas de metal. El éxito que ha supuesto la serie de HBO, así como el excelente momento que vive la ciencia ficción en el cine y en la televisión, nos han picado para darle al play a la cinta original (disponible, por cierto, en HBO España).
La distopía: un Parque Jurásico de robots
¿A ti también te ha recordado Westworld a Parque Jurásico? ¡Y a todos! Es por dos razones: la primera, que ambas son ficciones del novelista y guionista Michael Crichton, y la segunda, que hablamos, sencillamente, de dos distopías. Es una de las fórmulas de la ciencia ficción que más influencia están teniendo en la televisión de los últimos años: The Man In The High Castle, Black Mirror o la brasileña 3% son solo tres ejemplos. ¿Y si imaginamos una sociedad del futuro para hacer sangre en las heridas de la presente? La premisa de las dos Westworld es la misma: un parque temático para ricos donde se levantan los robots que sirven de habitantes y víctimas.
La ciencia ficción, en los 70 y ahora
Pero, ¿qué sentido tiene rehabilitar ahora un olvidado sci-fi de los 70? Lo cierto es que mucho: la ciencia ficción es uno de los géneros más cultivados de las últimas temporadas, y con cierta intención cultural. El desencanto heredado del momento sociopolítico, con la América de Trump en la diana, influyen, e incluso condicionan, la recepción de series como Black Mirror o TMITHC; Westworld lo aprovecha para profundizar en la ética de la deshumanización científica. Más sorprendente tuvo que ser verla en 1973 (hemos encontrado una review bastante positiva de Variety), en la pre-crisis del petróleo y del desarrollo económico tras el baby boom de los 60.
Los autores, de Crichton a Nolan y Joy
Las dos Westworlds difieren, sobre todo, en la intención de los productores. La película original, escrita y dirigida por el polifacético Michael Crichton (Parque Jurásico, Urgencias), muestra la preocupación del autor por el progreso de la ciencia y de la tecnología a través de la ciencia ficción, y lo pone en escena de forma irónica y entretenida. Carece del ideario filosófico y humano que se le suele exigir al género, pero eso está mucho más desarrollado en la ficción de HBO, creada por Jonathan Nolan y Lisa Joy. Es lo que podríamos esperar de Nolan, que ha demostrado en sus guiones y series (Person of Interest) saber explorar esos conflictos morales.
¿Quiénes son los protas más interesantes?
Las diferencias argumentales y de personajes entre ambas también dicen mucho de lo que le interesa a cada propuesta. Mientras la película narra la rebelión de los robots a mitad de su metraje, la serie lo plantea solo en su climático final, y utiliza la primera entrega para plantar la semilla. Además, en la Westworld de 1973, los protagonistas son los visitantes, y en la ficción para televisión, los anfitriones. ¿Qué nos sugiere eso de cada una? Que a Michael Crichton le preocupaba más la fábula de terror futurible que el debate humanístico, algo que en Jonathan Nolan y Lisa Joy es capital. ¿Qué nos hace humanos en realidad? ¿La biología o la conciencia?
El pistolero de negro, en una y otra versión
Es una de las grandes curiosidades entre las dos Westworld. ¿Quién es el pistolero de negro? El personaje al que da vida Ed Harris generó las teorías más apasionadas de la serie, pero en la película queda claro desde el primer momento. Yul Brynner (Los siete magníficos, Los diez mandamientos), algo olvidado por aquel entonces (lo que le dio cierto tono decadente), se metió en la maquinaria del robot homicida de la versión de Crichton, pero en la de HBO sirve precisamente para lo contrario, como visitante que quiere descubrir las entrañas del parque. La visión de los huéspedes también es interesante, y la segunda entrega profundizará en ello.
¿Qué pasa con los otros parques temáticos?
Terminamos con una intriga del futuro de Westworld. ¿Explorará los otros parques temáticos que componen el resort de la empresa Delos? El último episodio de la serie dio una pequeña pincelada sobre otro probable complejo de robots, el asiático, pero la película aborda desde la primera escena la existencia de otros mundos, Romanworld y Medievalworld. El recorrido que siguió Westworld después de la película y ya sin Crichton es un filón de hipótesis de cara a las próximas temporadas: no solo tuvo una secuela, Futureworld, con una alternativa que simula una estación espacial, sino también una serie, Beyond Westworld, en 1980, pronto cancelada.