El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
@DIOSTUITERO
Este domingo, 6 de diciembre, además de ser el Día de la Constitución Española ( ese libro que, al igual que el Kamasutra y la Biblia, nunca se cumple), se celebra también la festividad de San Nicolás de Bari, el tipo que dio origen a Papá Noel.
San Nicolás es el patrón de los marineros, dado que cuentan que una vez salvó a unos pescadores en una tormenta, así que a la Iglesia le vino muy bien que se "muriera" justo el 6 de diciembre, día en que hasta ese momento se invocaba a las deidades marinas Poseidón y Neptuno para que protegiesen a los hombres del mar. Como siempre, mi religión superpuso su culto al de los paganos, y arreglado.
Se estima que el bueno de Nicolás nació en torno al 280, en Mira ( en la actual Turquía). Era miembro de una familia acomodada, y sus padres se pasaban el día discutiendo porque el padre quería que fuese comerciante y la madre sacerdote, como su tío, el obispo de Mira. Sí, hijos míos, otro santo de clase alta ( el 78% de los canonizados hasta 1955 pertenecen a la clase alta, mi Iglesia predica la pobreza pero santifica a los ricos).
La discusión familiar se acabó cuando los dos progenitores murieron de peste. Nicolás, conmovido por la desgracia y la pobreza que veía a su alrededor, regaló todos sus bienes y se hizo sacerdote. Y finalmente, heredó el cargo de obispo de su tío, con lo que suponemos que tampoco se quedó con una mano delante y otra detrás.
Además de generoso, dicen que Nicolás tenía muy buen talante. Se pasó la vida luchando contra el arrianismo ( una herejía que negaba la divinidad de Cristo y que estuvo a punto de triunfar), pero dicen que lo hacía de forma muy dulce y educada, argumentando y sin matar a nadie, no como otros.
A Nicolás se le atribuyen muchos milagros, como el de la tormenta en el mar o multiplicar trigo ( copia de los míos), y una vez resucitó a tres niños que se habían caído de un árbol. Es que San Nicolás hacía los milagros de tres en tres, como la Santísima Trinidad que él defendía frente a los arrianos.
En otra ocasión resucitó a otros tres críos que habían sido dados como menú a los clientes de un hostelero. No te puedes fiar cuando sales a comer fuera, la verdad, yo por eso hice la Última Cena en casa de unos colegas.
Su fama de generoso se avivó con una historia que dio origen a la tradición de colocar zapatos o calcetines para recibir regalos. Resulta que había en un lugar llamado Patara un hidalgo que había caído en desgracia, y el pobre hombre en lugar de apuntarse a la cola del paro se vio obligado a prostituir a sus tres virtuosas hijas. Precioso, ¿verdad? Menos mal que se apareció San Nicolás y por la noche les echó tres zapatos llenos de oro por la ventana ( en otra versión son monedas de oro que caen por la chimenea y justo se introducen en una medias de lana colgadas).
San Nicolás fue una de las figuras más veneradas en la Edad Media. Se cree que su transformación en Papá Noel tuvo lugar hacia 1624, cuando los inmigrantes holandeses que fundaron Nueva Amsterdam ( Nueva York) llevaron con ellos sus costumbres y mitos, entre ellos éste de Sinterklaas, su patrón. Más tarde, la literatura ( por ejemplo un cuento de 1809 de Washington Irving, donde su nombre se transforma en el anglicismo Santa Claus), el arte de la ilustración y la publicidad fueron conformando poco a poco al gordo de cara colorada y vestido de rojo y blanco ( al principio era verde ) que cada año por Navidad se cuela por nuestra chimenea.