El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
CUANDO LOS MIGRANTES SON DE TU PROPIO PAÍS
Corren tiempos en los que muchos se llevan las manos a la cabeza cuando piensan que a España podría venir una tromba refugiados, y que eso generaría un efecto llamada.
Para explicarlo, a veces, se escucha el razonamiento de que los españoles también emigraron tras la Guerra Civil, y fueron recibidos con los brazos abiertos.
Sin embargo, tal vez no haga falta irse tan lejos. En nuestro propio país, se han producido fuertes migraciones interiores que han desencadenado los mismos recelos.
Uno de los casos más significativos es el de los gallegos emigrados al País Vasco, que comenzaron a establecerse en zonas mineras a principio del siglo XX y que, con el pasar de las décadas, han ido adquiriendo profesiones cada vez más especializadas.
La España de 2018 no tiene mucho que ver con la del principio del siglo pasado, y sin embargo el “efecto llamada” de emigrantes gallegos en el País Vasco no cesa.
Euskadi es una de regiones con la tasa de paro más baja de España, eso hace que aún hoy existan cientos de miles de de españoles que eligen esta comunidad para emigrar, y en quienes se ha demostrado después de las décadas que ese viaje no suele tener retorno.
Los migrantes no tienden a regresar a su comunidad de origen, adquieren, respetan y perpetúan las costumbres de la región que les dio cobijo, y con ellos sus hijos. Entonces ¿Por qué tenemos que con migrantes exteriores no pueda ser así?
El documental de David Cabaleiro, 'Sitio distinto', narra estas migraciones desde su propia persona. Por estudios, David cambió A Coruña por Bilbao y se quedó; lleva ahora siete años viviendo en Euskadi, aprendió euskera, y no para de sorprenderse por las profundas raíces que aun mantiene Galicia en el País Vasco, como nos cuenta en esta entrevista.