@DIOSTUITERO

La lista de pros y contras del matrimonio que hizo Darwin

Cuando Charles Darwin andaba dudando si casarse elaboró una lista de pros y contras bastante peculiar.

Ramo de flores en una bodaPexels

Después de Nietzsche, que dijo que yo me había muerto, la persona que peor me cae de toda la historia es Charles Darwin, que se atrevió a decir que veníais del mono, cuando todo el mundo que lea la Biblia y visite cualquier museo sabe que no y que, en realidad, todos descendéis de Adán y Eva, dos seres humanos muy guapos que vestían con hoja de parra y comían manzanas.

Pues bien, cuando era joven, Darwin andaba dudando si casarse ( con su prima, además) y, como buen científico, elaboró una lista de pros y contras bastante peculiar, que hoy puede encontrarse entre su correspondencia, con fecha de 7 de abril de 1838.

Atentos, que no tiene desperdicio:

"Casarse:

Hijos —si Dios quiere—. Compañía constante —y amistad en la vejez— que se sienta interesada en uno, tener un objeto con el cual jugar y amar — mejor que un perro de todos modos—. Hogar y alguien quien cuide de la casa. Los encantos de la música y las pláticas femeninas. Estas cosas son buenas para la salud —pero una terrible pérdida de tiempo.

Imagina vivir todo el día en solitario en una casa vieja y humeante en el viejo Londres. Sólo imagínate a una hermosa y suave esposa en un sofá, un buen fuego con libros y tal vez música. Compara esta visión con la percudida realidad de la calle de Great Marlborough.

No casarse:

Libertad para ir a donde uno quiera. Elegir la sociedad y poco de ella. Conversaciones con hombres inteligentes en clubes. No ser forzado a visitar parientes ni doblegarse en cada riña. Ansiedad y gastos de niños. Quizá peleas. Perder tiempo. No poder leer por las noches. Gordura y ociosidad, ansiedad y responsabilidad. Si se tienen muchos hijos ser forzado a ganarse la vida —aunque también es malo para la salud el exceso de trabajo.

Tal vez a mi esposa no le guste Londres; entonces la sentencia será el destierro y la degradación de volverse un tonto complaciente.

Éste es un hermoso antídoto al mito cultural de que el amor y el trabajo trascendental no pueden coexistir"

Darwin garabatea a renglón seguido su conclusión:

"Ha sido probada la necesidad de casarse."

Y así hizo. A los seis meses, el famoso naturalista inglés se casó con su prima Emma Wedgwood ( ignoramos si ella, que ya contaba con 30 años y había rechazado a numerosos pretendientes, elaboró una lista parecida, pero creemos que no), y disfrutaron de 50 años de matrimonio hasta el día de la muerte del científico y tuvieron 10 hijos. Y es que Darwin, aunque agnóstico, cuando hacía algo, lo hacía a conciencia.