Los astrobiólogos se preguntan si el cine acertó imaginando cómo serían los extraterrestres

Los astrobiológos son los científicos que se dedican a estudiar la química del espacio y si alguna vez se descubre la vida alien, ellos serán los encargados de estudiarla.

La conclusión de estos científicos de Stanford fue que cualquier forma de vida extraterrestre debería ser, sin duda, totalmente opuesta a lo que nosotros estamos acostumbrados a mirar.

Por tanto, determinaron, que con solo una foto: cualquiera podría entender que lo que tiene delante es un alien, porque al verlo dirías “¡Ajá, nunca he visto ni nada igual!”.

Esto es así, porque los seres vivos de nuestro planeta guardan todos unas cualidades morfológicas muy similares, por ejemplo: los humanos tenemos ojos, pero también los tienen los peces, las aves, los reptiles y los insectos...

Esto tiene que ver el origen de la vida en el planeta tierra, la evolución y las condiciones físicas de la Tierra.

Pero una vida extraterrestre se habría originado otra morfología, habría evolucionado bajo otros parámetros y con unas condiciones físicas totalmente distintas.

Esto quiere decir, que los aliens, de existir, no tendrían ojos. Ni extremidades para desplazarse, ni tentáculos, ni colas, ni boca, ni mucho menos dientes… ni nada de lo que el cine ha imaginado.

Tampoco tendrían cabeza, ni cerebro, ni sangre, ni serían sensibles a los golpes.

¡Ni todo lo contrario!

Esto echa por tierra toda la historia reciente del cine y de los cómics, donde el ser humano ha tratado de imaginar a los aliens como seres de cabeza gorda, ojos grandes, bajitos y torpones, tal vez a raíz del imaginario de Spielberg (en 'Encuentros en la tercera fase'). Y más recientemente, como grandes pulpos, desde la saga de 'Independence Day' y 'La llegada'.

Abre los ojos, la verdad está ahí fuera...