SENTIDO ADIÓS
El veterano youtuber anuncia la triste noticia en Twitter, y tanto la comunidad como compañeros de profesión le arropan desde las redes.
Cuando hablamos de los orígenes del término youtuber, muchos señalan a Rubius o Willyrex como los padres de esa profesión desconocida hace unos años. Pero si ellos son los padres, alguien como Isaac Sánchez sería el tatarabuelo. Quizá te suene más por el nombre de Loulogio, un seudónimo legendario dentro de la plataforma.
Catalán de nacimiento, artista de formación y creativo hasta niveles infinitos, los primeros virales que conocimos en nuestro país llevaban su firma. La Batamanta, QueTeHinches o el Pajilleitor Plus son clásicos que aguantan perfectamente los 15 años que han pasado desde su estreno, con un humor que le ha acompañado en cada una de sus creaciones.
Lamentablemente, esa chispa no estuvo ayer con él, cuando adelantó que no se encontraba con fuerzas para abrir su stream (ahora también está en Twitch), aludiendo a motivos personales.
A primera hora de la mañana de hoy, en su perfil de Twitter publicaba una foto de un Lou recién nacido en los brazos de su padre, anunciando que ya no estaba entre nosotros. Unas palabras que acompañaba del agradecimiento por haberle convertido en el hombre que es hoy, y una promesa: "Yo contaré tu historia, papá. Todos sabran que siempre fuiste una estrella".
El mazazo llevaba apenas unos minutos colgado en la red y la comunidad se volcó en apoyos y condolencias virtuales. Pero no solo fans, sino compañeros de la talla de Alexelcapo, Biyín, Zorman o Auronplay, quien además parecía conocer en persona al fallecido.
Eso de que la noticia la haya dado por la mañana (horario muy poco afín al territorio youtuber) no ha impedido que alcance decenas de miles de likes y comentarios, y seguro que ha tenido muchos más por medios más discretos y privados. Ibai, Auron, Rubius y otras muchas figuras relevantes del sector le han citado como una inspiración para dedicarse a la creación de contenido.
Las redes (y nosotros también) están mandando sus energías para que la cara de uno de los pioneros en este mundillo no pierda la sonrisa, ni la capacidad para hacer reír a otros, durante mucho tiempo. Quizá ese homenaje prometido le ayude a recordar las cosas buenas del tiempo que pasaron juntos, y habiendo salido una astilla tan carismática, el palo tuvo que ser la bomba.