El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
SERIES QUE EXPLICAN POR QUÉ LOS ASESINOS SON SIEMPRE HOMBRES
"¿Solo están perturbados los chicos?". Es la pregunta que una niña le hace a Holden Ford en la charla que el agente del FBI concede en un colegio. Él responde que no, pero añade que sí en su gran mayoría. La inocente cuestión de la pequeña airea una de las hipótesis que sobrevuelan 'Mindhunter', y recupera una duda esencial que todos hemos tenido alguna vez.
¿Por qué hay tan pocas asesinas en serie? ¿Son los hombres más proclives a la psicopatía? El criminal, ¿nace o se hace? La última serie de Netflix es innovadora en muchos sentidos, pero hunde sus raíces en un clásico del género. Aunque la herencia genética es importante, nadie es malvado por naturaleza: son la cultura y la sociedad quienes nos malean para convertirnos en lo que somos.
Con el nombre de David Fincher ('Seven', 'Zodiac') como productor ejecutivo, inspirada en el libro homónimo de casos reales del agente John Douglas, 'Mindhunter' narra el comienzo de una unidad pionera del FBI, a finales de los 70.
¿Cuál es su cometido? Entrevistar a asesinos en serie para comprender su mentalidad, sus detonantes y sus motivaciones, y para aplicar sus conclusiones a crímenes recientes que están sin resolver. El joven y perseverante Holden Ford (Jonathan Groff, 'Glee') y el veterano Bill Tench (Holt McCallany) son los encargados, y la psicóloga Wendy Carr (Anna Torv 'Fringe') los supervisa.
La masculinidad tóxica es el germen del crimen
Pero, ¿qué puede aportar 'Mindhunter' en una escena televisivo tan prolífico para el género negro? Su apuesta alternativa, y por lo que la está alabando gran parte de la crítica, es huir de los crímenes y centrarse en el asesino.
Como anuncia la cabecera de la serie, que superpone imágenes de cadáveres sobre una cinta que graba, en 'Mindhunter' no hay cuchilladas, solo ("solo" entre comillas) conversación. Eso le permite, por un lado, hacer un repaso de la oscura crónica criminal de Estados Unidos, con la aparición de asesinos que existieron en la realidad (como Richard Speck, el psicópata de las enfermeras), y por otro, reflexionar sobre las causas que los llevaron a matar. La educación, la misoginia y el machismo son razones fundamentales.
Todos los casos que analizan Ford y Tench tienen un par de cosas en común: la infancia infeliz o traumática de los asesinos a los que entrevistan, normalmente por la ausencia o la relación malsana con el padre y/o la madre, y la forma en que replican esas heridas en sus ataques a las víctimas, que siempre son mujeres.
Además, algunos de ellos crean rituales tóxicos a partir de la figura femenina, como Jerry Brudos, fetichista de los zapatos de tacón y obsesionado con escenografías de la cultura popular, como anuncios y películas, que cosifican a la mujer. No es que 'Mindhunter' haga un acercamiento científico (eso nunca debería ser el trabajo de una serie), pero da claros apuntes sobre cómo nos influyen los roles de género que nos han legado.
Los hombres también tienen conflictos de género
La masculinidad tóxica es un discurso muy presente en 'Mindhunter', sobre todo cuando cobran importancia sus personajes femeninos. Es una ficción oscura, de prototipos masculinos muy marcados, con crímenes en los que las víctimas siempre son mujeres, pero precisamente es eso lo que quiere poner patas arriba.
La aparición de Wendy Carr, así como la de Debbie, la novia de Holden, sirve no solo para poner algo de 'girl power' en el asunto, sino para enfrentar a los dos protagonistas a sus conflictos de género: los celos y la posesión en Ford, la situación familiar de Tench con su esposa y con su hijo… La misoginia plantea relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres en todo momento y eso engendra frustración, abuso y crimen.
Series que abordan el machismo como germen del asesinato
'Mindhunter' se suma así a una lista de 'thrillers' reciente que, a pesar de recurrir a la clásica premisa de la mujer víctima, propone precisamente a los hombres y la cultura misógina como elementos a revisar.
'The Fall', en España como 'La caza', con Gillian Anderson y Jamie Dornan como protagonistas, daba la vuelta al cliché de la chica que merece un castigo por ser sexual. La cuarta temporada de 'Broadchurch', y la primera de 'Liar', van más allá en su retrato de la violencia sexual. Existe todo un sistema machista que condena a la agredida (¿llevaba la falda muy corta?, ¿por qué no lo denunció antes?) y no al agresor.
Cambiemos el foco y centrémonos en los asesinos y los violadores. Ellos son los únicos y verdaderos culpables.