Una niña de tres años salva a su hermana pequeña de ahogarse en la piscina de su casa
DIOSTUITERO
Que la Biblia es un libro muy machista no lo puede negar nadie. Para empezar, habla de un Dios al que se le llama “Señor”, no “señora”, que además cuando decide bajar al mundo no lo hace en forma de mujer, sino de hombre, un tipo de Galilea que va por ahí de gira con doce amigotes.
A lo largo de todo el libro sagrado, Dios va diciendo a su pueblo que se puede vender a tu hija como esclava, que si violas a una mujer luego puedes casarte con ella pagando cincuenta siclos de plata al padre, y en definitiva, que puedes hacer lo que te dé la gana con ellas porque no son más que algo similar a una vaca o un buey o una cosa propiedad del varón, que si se quiere se toma y si no, se vende o se regala.
Hoy os traigo un ranking con los diez momentos más machistas de la Biblia:
10. Génesis, 3;16. Tu marido te dominará.
Ya desde el principio, en el primer libro de la Biblia, la cosa empieza empieza mal para la mujer, a la que el mismo Dios sitúa por debajo del hombre:
"A la mujer le dijo:
Multiplicaré los dolores de tu preñez, parirás tus hijos con dolor; desearás a
tu marido, y él te dominará."
9. Carta de San Pablo a Timoteo 2:11-15. La mujer es la culpable del pecado.
En efecto, la mujer le dio la manzana al varón, se la lió parda, algo parecido a cuando Pandora abrió la caja con todos los males de la humanidad. Por tanto:
"Que la mujer aprenda sin
protestar y con gran respeto. No consiento que la mujer enseñe ni domine al
marido, sino que debe comportarse con discrección. Pues primero fue formado
Adán, y después Eva. Y no fue Adán el que se dejó engañar, sino la mujer que,
seducida, incurrió en la transgresión. Se salvará, sin embargo, por su condición
de madre, siempre que persevere con modestia en la fe, el amor y la santidad."
8. Eclesiastés, 7:28. No hay mujer buena.
Uno de los libros considerados más “sabios de la Biblia” suelta esta perla sobre el género femenino:
"Por más que busqué no encontré;
entre mil se puede encontrar un hombre cabal, pero mujer cabal, ni una entre
todas."
7. Levítico, 12: 1-5. Impura.
La mujer que da a luz es impura, pero si encima da a luz a una niña, doblemente impura:
"El Señor dijo a Moisés: - Di a los israelitas: la mujer que conciba y dé a luz un varón, quedará impura durante siete días, como cuando tiene la menstruación."
"Si da a luz una niña, quedará impura durante dos semanas."
6. Éxodo 20:17. El
Mandamiento que cosifica a la mujer.
La Iglesia ha maquillado el
décimo Mandamiento reduciéndolo a "No codiciarás los bienes ajenos", pero lo
que realmente dice la Biblia es esto:
"No codiciarás la casa de tu
prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni
nada de lo que le pertenezca"
Es decir, la mujer es una
cosa, propiedad del hombre.
5. Levítico 27:1. El precio
de las personas.
Aquí Dios se pone en plan
comerciante y se dedica a tasar a las personas en gramos de plata, y por
supuesto, la mujer vale mucho menos:
"El Señor dijo a Moisés: - Di
a los israelitas: Cuando alguien haga al Señor una promesa ofreciendo una
persona, la estimación de su valor será la siguiente: el hombre entre veinte y
sesenta años, quinientos gramos de plata, según las pesas del santuario; la mujer,
trescientos; el joven entre los cinco y los veinte años, si es muchacho,
doscientos gramos, y si es muchacha, cien; entre un mes y cinco años, si es
niño, cincuenta gramos, y treinta gramos de plata si es niña; de sesenta años
para arriba, el hombre, ciento cincuenta gramos y la mujer, cincuenta."
4. Deuteronomio 21:11-15.
Si te gusta una mujer de entre
tus enemigos, le rapas la cabeza y te la quedas.
"Si ves entre los prisioneros
una mujer hermosa, te enamoras de ella y deseas hacerla tu esposa, la llevarás
a tu casa, se rapará la cabeza y se cortará las uñas, se quitará el vestido de
cautiva, se quedará en tu casa y llorará a su padre y a su madre durante un
mes. Luego podrás unirte a ella. Si deja de gustarte, le darás la libertad,
pero no la venderás por dinero ni sacarás provecho alguno, pues ya la has
humillado."
3. Deuteronomio 25:11-12.
Si te agarra el pene le cortas la mano.
El pene es sagrado:
"Si dos hombres se están
pegando, se acerca la mujer de uno de ellos y, para liberar a su marido del que
lo golpea, mete la mano y agarra al otro por sus partes, le cortarás a ella la
mano sin compasión."
2. Jueces 21:10. Matad a
todas menos las vírgenes.
El libro de los Jueces cuenta
que se produjo una guerra civil entre los propios israelitas, enfrentándose
todas las tribus contra la de Benjamín. Tras la derrota de los benjaminitas, a
sus hermanos les dio pena ver que no tenían mujeres, y siguiendo el ejemplo de lo que tantas veces el Señor les
había dicho que hicieran, tomaron esta bonita determinación:
"- Id y pasad a cuchillo a
todos los habitantes de Yabés de Galaad, incluidas mujeres y niños.
Consagraréis al exterminio a todos los varones y a todas las mujeres casadas,
pero dejaréis con vida a las vírgenes."
Problema, no había vírgenes
suficientes para todos. Así que un poco más adelante les dijeron a los
benjaminitas:
"Id y escondeos entre las
viñas. Os quedáis observando, y cuando veáis que las jóvenes de Siló salen a
bailar, salís a las viñas, os lleváis cada uno una muchacha de Siló y volveís a
vuestra tierra."
1. Carta de San Pablo a los
Corintios, 14:34. La mujer, calladita.
"Que las mujeres guarden
silencio en las reuniones; no les está pues, permitido hablar, sino que deben
mostrarse recatadas, como manda la ley. Y si quieren aprender algo, que
pregunten en casa a sus maridos, pues no es decoroso que la mujer hable en la
asamblea."
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