El momento en que una bomba de palomitas de maíz explota en mitad de una calle de China
@HEMATOCRITICO
KFC acaba de sacar un bocadillo de pollo con Cheetos. Con Cheetos.
Banda sonora de este post :
He ido a informarme del aspecto que tendría este sublime concepto y me ha inspirado esta colección de imágenes de ese bocadillo combinada con poesías de Gustavo Adolfo Bécques.
Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman;
el cielo se deshace en rayos de oro;
la tierra se estremece alborozada;
oigo flotando en olas de armonía
rumor de besos y batir de alas; mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? –
¡Es el amor que pasa!
¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
Cendal flotante de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro de arpa de oro,
beso del aura,
onda de luz:
eso eres tú.
Tú, sombra aérea,
que cuantas veces voy a tocarte
te desvaneces
¡como la llama, como el sonido,
como la niebla, como el gemido del lago azul!
¿Quieres que de ese néctar delicioso
no te amargue la hez?
Pues aspírale, acércale a tus labios
y déjale después.
¿Quieres que conservemos
una dulce memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho,
y mañana digámonos:
—¡Adiós!
¡Qué hermoso es cuando en copos
la blanca nieve silenciosa cae,
de las inquietas llamas ver las rojizas lenguas agitarse!
Qué hermoso es cuando hay sueño, dormir bien...
y roncar como un sochantre
y comer... y engordar...
¡y qué desgracia que esto sólo no baste!.
Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto...
La he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
Te vi un punto y, flotando ante mis ojos,
la imagen de tus ojos se quedó,
como la mancha oscura orlada en fuego
que flota y ciega si se mira al sol.
Adondequiera que la vista clavo,
torno a ver las pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti,
que es tu mirada,
unos ojos, los tuyos, nada más