El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
La nueva palabra de moda
Pongámonos en situación. Un hombre se acerca a una escritora y le pregunta sobre qué tratan sus libros. La escritora le habla sobre el último que ha escrito, pero el hombre la interrumpe para hablarle sobre un increíble libro que ha leído hace poco y que casualmente es muy parecido al que le está describiendo la escritora.
El tipo prolonga su interrupción empalmando una explicación con otra. Explicaciones con las que, de una manera supuestamente sutil, el hombre intenta quedar por encima de la escritora. El gran final de la historia aparece cuando la escritora le revela al hombre que el libro del que está hablando lo ha escrito precisamente ella, y que además se titula, 'Men explain things to me' (Los hombres me explican las cosas). No hace falta demasiada imaginación para visualizar la cara del hombre tras el tremendo mazazo.
Mansplaining
La escritora en cuestión es Rebecca Solnit, y la casual e incómoda anécdota procede de una situación real que explica por sí sola lo que hay detrás de una de las, por desgracia, palabras de moda: 'Mansplaining.' Término que acuñó Solnit y que proviene de la unión de 'hombre' y 'explicación.'
El mansplaining es ese hábito masculino que consiste en explicarle algo a una mujer, independientemente de lo que ella sepa sobre el tema en cuestión, y usando para ello un tono paternalista y condescendiente, seguro que sabéis a la perfección de lo que estoy hablando. La última y criticada gala de los Goya se reservó un 'momento mansplaining' a través de un gag que tuvo como protagonistas al cómico Joaquín Reyes y a la actriz Leticia Dolera.
El mansplaining me recuerda mucho a cuando me topo con un 'cuñado.' Los cuñados, tal y como los hemos ido conociendo a lo largo de la historia, son tipos que saben de todo y siempre mucho más que tú. Da igual que seas informático o cocinero, ellos siempre sabrán cuál es el mejor software para tu ordenador y el mejor aliño para tu ensalada.
Así que no te esfuerces por debatir, aportar o contradecir algo si estás con uno de ellos. Su realidad es una fortaleza impenetrable e indestructible. Multiplica esto por 1000 y podremos empezar a entender qué es el mansplaining y cómo debe sentirse una mujer ante este tipo de hombres y situaciones.
Gaslighting
Pero el mansplaining no es el único. Quiero aprovechar el contexto del artículo para destacar otros términos menos populares pero que terminarán encontrando su ubicación. Por ejemplo, el 'Gaslighting,' es decir, hacer 'Luz de gas,' o cuando un hombre desacredita, manipula o falsea lo que dice una mujer para que ésta pueda llegar a dudar de su propia memoria o incluso de su percepción de la realidad. Aunque por desgracia este no es el único ejemplo de 'machismo cool.'
Bropropiating
El 'Manterrupting,' o la interrupción innecesaria del speech, o el 'Bropropiating,' o la apropiación injusta de una idea, son dos términos cuyas situaciones son más que reconocibles por cualquier mujer.
El machismo va cambiando de forma, se moderniza, se camufla al amparo de la siempre seductora, embaucadora y efectiva terminología anglosajona. Esto provoca que cada vez goce de mejor marketing e imagen. Pero la realidad es que el mansplaining y el resto de sus coetáneos no dejan de ser eso que solemos entrecomillar como 'Sexismo Cotidiano'.
Dos palabras tan acertadas como certeras dentro del contexto en el que estamos, y que además dan título al último y oportuno libro de Laura Bates.
Escritora y activista que en 2012 inició un proyecto en su web para que las mujeres pudieran compartir los sexismos cotidianos a los que tenían que enfrentarse en su día a día. Dicho proyecto fue un éxito viral con miles de testimonios de mujeres que han ayudado e inspirado a otras mujeres a luchar contra el mansplaining y contra el resto de fuerzas que intentan arrinconarlas contra las cuerdas.