IMPACTANTE
Una pareja se sorprendió después de descubrir que su casa en Kent se había convertido en una colmena gigante cuando notaron que la miel goteaba por las paredes.
Una pareja se sorprendió después de descubrir que su casa se había convertido en una colmena de abejas gigante cuando notaron que la miel goteaba por las paredes.
Kate Dempsey, de 41 años, y su esposo Andrew Dempsey, de 42, dijeron que inicialmente no le hicieron demasiado caso algunas manchas oscuras que aparecieron alrededor de su casa en Folkestone, Kent, ya que pensaron que eran pequeñas humedades.
Pero un olor extrañamente dulce que flotaba en la casa hizo que la señora Dempsey reconsiderara sus pensamientos iniciales. Decidió levantar las tablas del piso y encontró un panal de dos metros junto con litros de miel.
Hablando sobre el increíble descubrimiento Dempsey, que trabaja como asesora de diversidad e inclusión, recordó que a ella y a su marido les llevó semanas deshacerse de los panales y cambiar todo el suelo.
Ella dijo: "Nunca habíamos visto algo así. El volumen total de la colmena era enorme".
"Seguimos cortando las tablas de madera del suelo y seguían apareciendo más y más panales".
"El olor te golpeaba de inmediato. Era este hedor dulce y tuvimos este olor realmente enfermizo durante mucho tiempo, simplemente no podiamos creer de donde venía", ha asegurado.
Después de tratar de encontrar a alguien que limpiara todo el panal, la pareja recibió un presupuesto de hasta 10.000 libras. Entonces, junto con algunos amigos decidieron abordar el problema por sí mismos. Se pusieron un par de guantes de goma para sacar la miel pegajosa, eliminando grandes cantidades.
Pero para empeorar las cosas, enjambres de 'abejas ladronas' seguían acercándose continuamente y tratando de reclamar las cosas dulces para ellas mientras los Dempsey trabajaban durante un caluroso día de verano.
La pareja también reveló que desagradablemente encontraron gusanos y polillas entre la miel y alrededor del suelo.
Andrew Dempsey explicó que "Todo comenzó en el verano realmente caluroso del año pasado. Notamos cosas negras y pegajosas bajando por la pared de nuestro dormitorio".
"Llegó al punto en que ya no podíamos ignorarlo. Lo olí y lo probé y era miel. No tenía ni idea de lo que estaba pasando", ha desvelado.
"Habíamos visto abejas cuando nos mudamos por primera vez, pero desaparecieron, y habíamos vuelto a pintar la casa".
"Fui a la habitación de nuestra hija, que está arriba de la nuestra, y quité la alfombra. Estos enormes gusanos empezaron a salir de las tablas del suelo", dijo.
Siguieron excavando en los suelos y paredes encontrando más y más panales, revelando que el desastre era horrendo: "Seguimos encontrando más y más, había un poco de techo sobre nuestra ventana y eso también estaba lleno de miel dorada".
"Nos llevó unas cuatro semanas en total eliminar toda la miel, pero todos estábamos muy interesados en hacer todo lo posible para no molestar a las abejas ni matarlas", sentenció.