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¿INSPIRACIÓN O PLAGIO?

¿Plagió o no plagió Guillermo del Toro su película La forma del agua?

La polémica de los Premios Oscar 2018 está servida. La película con más nominaciones, ‘La forma del agua’ lleva en boca de medios y redes desde hace meses por acusaciones de plagio y parecidos sospechosos con otras obras, pero ahora los rumores han ido a terreno judicial. El eterno dilema de la inspiración, herencia artística y el plagio colisionan de nuevo en un caso que también siembra la sospecha de la demanda ‘por si cae algo’, nada extraña en estos casos.

Guillermo del Toro en el rodaje de 'La forma del agua'seestrena.com

Llevamos unos cuantos meses en un constante show de desprestigio público en redes y artículos sobre la supuesta originalidad de La forma del agua que empezó con pequeños rumores sobre parecidos razonables hasta que ha llegado al terreno jurídico.

Para cada uno de los casos en particular, se podría hacer una suerte de memorando para comprobar las diferentes fuentes de las que bebe el argumento de la película. Como muchos otros cineastas de género, durante toda su carrera Guillermo del Toro se ha ido encontrando con distintas acusaciones menores, sobre el aspecto de alguno de sus monstruos, o detalles argumentales que responden a arquetipos clásicos del fantástico.

En su carrera podemos ver ejemplos como ‘Pacific Rim’, una mezcla de ‘Mazinger Z’ y las películas de ‘Godzilla’, o el de ‘La cumbre escarlata’, que toma el argumento de ‘Dragonwyck’, ‘Gaslight’ o ‘Rebecca’ y lo lleva al terreno de Usher de Poe y el cine de fantasmas que ya había trabajado el mismo.

Y su nueva película, es básicamente una recreación confesa de los mitos de ‘La Bella y la Bestia’ y ‘La sirenita’ en clave de cine clásico, con una atención especial al cine de monstruos de la Universal. En el fondo, ‘La forma del agua’ es una secuela de ‘La mujer y el monstruo’ en la que el hombre pez no es rechazado por la chica.

No es casual que el director hiciera varios intentos para darle a hombre-anfibio una historia de amor con un final feliz en forma de remake de la película de 1954. Él mismo se lo propondría a la Universal como un monstruo romántico y con un alma. Se plantó allí para sugerir hacer la película desde el punto de vista de la criatura, pero aunque no lo aceptaron se las ha acabado arreglando para hacer su visión en forma de un melodrama de prestigio.

Pero por una cosa u otra, la cantidad de influencias que saltan a la vista no han sido suficientes y las acusaciones a Del Toro han empezado en cuanto la película ha empezado a obtener respaldo crítico y enfilarse directa por la carrera de los Oscar.

La primera llegó a principios de enero, en cuanto salieron sus nominaciones la primera acusación llegó como un clavo. La originalidad fue cuestionada por su similitud con el cortometraje holandés ‘The Space Between us’ (2015), dirigido por Marc S. Nollkaemper, aunque parece que finalmente las sospechas del autor resultaron infundadas y el asunto acabó con buenas palabras, disipándose con la llegada de otras nuevas.

Aunque nadie reclamó nada, pronto la cinta fue comparada con ‘El hombre anfibio’, la película soviética de 1962 con un joven con branquias enamorado, un triángulo amoroso con villano similar y una secuencia de rescate clavada que terminaba con el joven enfermando por su estar fuera de su medio acuático.

La última acusación procede del cineasta francés Jean-Pierre Jeunet, director de ‘Amelie’ (con la que comparte cierto tono visual), que considera que una parte de ‘La forma del agua’ es una réplica de ‘Delicatessen’ que fue codirigido por Jeunet y Marc Caro en 1991. Aquí podéis ver el momento de Del Toro.

Y aquí el de Jeunet.

Del Toro, por su parte, se defendió ante la polémica. Comentando que en sus 25 años en el cine siempre ha celebrado las influencias de sus obras, pero ese no era el caso. Y lo cierto es que, sí, realmente es muy habitual ver en su cuenta de twitter referencias culturales, sus películas favoritas y descubrimientos que hacen de su perfil una delicia para los cinéfilos, con sus mismas inquietudes.

No hace mucho compartía un tuit con imágenes de ‘Sólo el cielo lo sabe’, ‘Las zapatillas rojas’ o ‘Un americano en París’ que replican en el diseño visual y a atmósfera encantadora de ‘La forma del agua’.

Pero claro, una cosa son pequeños fuegos de twitter, acusaciones con el dedo, y otra entrar en terrenos judiciales. La polémica ha llegado a un punto más desagradable para el Mexicano y para Fox, el estudio detrás de la película que también está implicado, con la denuncia del hijo del escritor Paul Zindel, ganador del Premio Pulitzer en 1971, que asegura que la película está ‘claramente inspirada’ en ‘Let me Hear your Whisper’, una obra de teatro creada por su padre en 1969 y que incluso tuvo dos adaptaciones en forma de película que se rodaron directamente para televisión. Una en 1969 y otra en 1990. De hecho una de ellas se encuentra en Youtube.

Lo cierto es que, de todas las acusaciones, la que más llama la atención es la de esta obra que contiene, digámoslo claramente, un buen puñado de ‘préstamos’. El personaje principal es una limpiadora tranquila e introvertida que trabaja en el turno de noche en instalaciones del gobierno.

También está ambientada en la década de 1960, durante la Guerra Fría, en un laboratorio donde se llevan a cabo experimentos para uso militar. También descubre un tanque con una criatura acuática con la que se está experimentando y gana su confianza al introducir comida en el laboratorio y alimentarlo.

Comparación entre las dos películas | Agencias

Además hay detalles particulares como que ella es maltratada de forma habitual por sus superiores o una escena en la que un personaje se esconde cuando llega un superior. Pero en dónde se parecen más es en la recta final, cuando ella descubre que los científicos que dirigen el laboratorio quieren matar la criatura y viviseccionarla para avanzar en una investigación por lo que ella decide rescatar a la criatura y soltarla en el mar, sacándolo de la instalación en un carrito de lavandería, aunque en la obra no lo consigue.

Sin embargo, Del Toro afirma en una entrevista a Deadline que nunca he visto o leído la obra y que ninguno de sus colaboradores la mencionó. De hecho cuenta que es un alivio para él que pase del dominio de la opinión a los hechos y leyes.

Para él hay muchas diferencias y da ejemplos de que el tropo de un animal liberado se puede encontrar en muchos casos, desde ‘Projecto X’ hasta ‘Un, Dos, Tres, Splash’, pasando por ‘Liberad a Willy’ o ‘Starman’, e incluso le hace un pequeño estoque a Zindel al incluir en su lista la película ‘El día del delfín’ que fue escrita dos años antes de la obra.

En la historia ‘oficial’ de la inspiración, la idea vendría de Daniel Kraus, el coguionista de su serie de televisión ‘Trollhunters’ que un día le dijo que estaba trabajando en la idea de una peli sobre un conserje que descubre una criatura en una instalación secreta del gobierno y se la lleva a casa. Le compró la idea y comenzó a trabajar en el guion.

Pero claro, aquí el problema está en que, si bien cineastas como Del Toro y Tarantino son conocidos por hacer un cine profundamente referencial, lleno de guiños y homenajes con los que juegan a la cinefilia con el espectador, es difícil en su caso discernir si esas influencias reconocidas y obvias, son un fuego de artificio para desviar la atención de otras que no airean tan alegremente. En el caso de Tarantino ocurrió con su primera película.

En ‘Reservoir Dogs’ había similitudes tan obvias con ‘City on Fire’ de Ringo Lam que se ha discutido su legado infinidad de veces. El director siempre ha sido muy elocuente sobre su deuda con ‘Atraco perfecto’ de Stanley Kubrick, probablemente porque es un clásico y Kubrick un referente para decenas de directores. Pero claro, Ringo Lam no es Stanley Kubrick y hacer un homenaje a una película que acabas mejorando es raro.

Y ese parece ser el caso con ‘Let me hear you Wisper’ y ‘La forma del agua’. Quizá no queda tan bien decir que has tomado prestada esa idea porque nadie conoce la fuente. O porque se va a poner en cuestión la creatividad.

Y no es fácil explicar que las ideas que fueron originales en algún momento, a medida que otros creadores las utilizaron, construyeron sobre ellas o las modificaron, pasaron de ser esa idea original a ser un componente básico de la narración de historias. Sin embargo esa transición de lo original al tropo no es clara ni clara. De hecho, es diferente para casi todas las personas que lo interpretan.

Por ello, en la pregunta de si hay plagio entran las cuestiones de si hay suficientes similitudes coincidentes o ambas se estaban construyendo sobre los mismos tropos. El sí o el no absolutos no tienen forma definida por que las respuestas a menudo dicen más sobre la persona que contesta que las propias obras.

Pero en este caso estamos hablando de las leyes americanas, y un caso de infracción de derechos de autor implica estudiar si las similitudes entre las dos obras son reconocibles como para que pueda considerarse un trabajo derivado y establecer si lo que se ha copiado equivale a reproducir la misma expresión de ideas y no solo temas comunes.

Es decir, hay que comprobar si las escenas con similitudes con el trabajo con copyright anterior derivan de una idea similar, en cuyo caso no están protegidas por derechos de autor. En este caso hay muchas similitudes, pero también diferencias de tono, complejidad y capas de profundidad ausentes en la obra de Zindel. El problema es que en una acción judicial, Del Toro tendría que demostrar como defensa que creó ‘La Forma del Agua’ sin tener acceso o haber tenido en cuenta ‘Let me Hear you Whisper’, dado que en EE. UU no hay una defensa de los derechos morales.

Ha habido muchos casos en Hollywood con distintos resultados. Muchas veces el estudio ha ganado, pero en la mayoría de los casos se resuelven silenciosamente fuera del juzgado para evitar publicidad adversa y altas tarifas legales estratosféricas.

Por ejemplo, en ‘Terminator’, que le debía mucho a un episodio de ‘The Outer Limits’ escrito por Harlan Ellison, se solucionó con unos miles de dólares y un ‘agradecimiento a los trabajos de Harlan Ellison’ en el final. Por ello, no es extraño que se vean muchos casos que se intentan aprovechar, curiosamente, cuando la película está teniendo mucho éxito.

El trabajo de Del Toro ha recibido una buena montaña de acusaciones de medio pelo que se han ido subiendo al carro conforme la carrera de la película hacia los Óscar se ha ido fortaleciendo. Es probable que la estatuilla a mejor película no acabe llegando por el ruido que acarrearía.

La mancha, justificada o no, ya está en el traje, y no es nada fácil para un film llegar hasta el final con polvo mal barrido bajo la alfombra. No gusta en la academia mojarse las manos con problemas, veremos cómo afecta la acusación de plagio y, en última instancia, su resolución final.

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