IDAS Y VENIDAS

Pokimane vuelve a Twitch y Ninja lo deja: la difícil relación de las superestrellas con la plataforma

Los creadores más seguidos del mundo explican los obstáculos que tiene estar en la cima, lidiar con la fama y con un fandom que no siempre es ejemplar.

Pokimane en el vídeo de su regreso a Twitch@pokimane / YouTube

Cada vez son más los creadores de contenido top que tienen que tomarse un descanso de su rutina frente a las cámaras. Ilustre es el caso de Rubius hace cuatro años, reciente el de Xokas, y sorprendente el de Pokimane, quien en lo más alto de su carrera aseguró necesitar "un reseteo mental".

La exigencia de ser la streamer femenina con más seguidores del planeta le llevó a anunciar a mediados de julio una "pausa prolongada", con el objetivo de "centrarse en su vida offline" y con la firme convicción de que le beneficiaría para poder tener "una vida laboral más larga en este sector".

Su regreso ha sido exactamente 45 días después, muy renovada a juzgar por el vídeo con el que se ha presentado de vuelta en YouTube. "Soy consciente de que exponerme tanto, especialmente en streams, tiene como consecuencia recibir muchas opiniones de lo que haces. Desde tiktoks de siete segundos, a vídeos de 10 minutos, a directos de 10 horas: son contenidos que giran alrededor de los comentarios", explica.

"Tengo que subirme a todas las tendencias", añade, y señala que está en un punto de su vida "donde nada me llama a nivel creativo dentro de eso". Son 15 minutos de confesión que suenan a volantazo en sus costumbres: sólo emitirá en directo dos o tres días a la semana, dedicará más tiempo a otras plataformas y reducirá su tiempo dedicado a videojuegos ("no tiene por qué serlo todo en mis canales").

Un camino similar, pero más drástico, ha tomado Ninja en las últimas horas. Tras un aparente cabreo en directo mientras jugaba a Fortnite, dijo estar "harto de los jugadores" y se esfumó no solo del stream, sino de las redes sociales. No es un decir porque incluso ha perdido el verificado en Twitch, y con ello la posibilidad de monetizar el contenido que allí hace.

"Necesito un tiempo, no sé cuándo volveré ni a dónde", dice apuntando a un hipotético fichaje por YouTube. Lo cierto es que pese a tener casi el doble de followers que Auron sus cifras de visualización estaban siendo bastante humildes, quizá lo suficiente como para plantearse cambiar de plataforma favorita o, quién sabe, incluso jubilarse.